A nivel mundial, 44% de los embarazos son no deseados
La cifra sigue siendo difícil de digerir: en el mundo, casi la mitad de los embarazos (44 %) son no deseados. Sin embargo, como lo acaba de establecer un grupo de científicos norteamericanos en la revista The Lancet, esa tasa disminuyó en un 17 % con respecto a lo que ocurría a principios de los años noventa. Una buena señal.
La investigación se basó en datos de 105 países. En las regiones en desarrollo se observó que la tasa de natalidad involuntaria disminuyó, pero la tasa de aborto se mantuvo estable. Un fenómeno diferente se observó en países desarrollados, donde disminuyó la tasa de aborto pero no la de natalidad no intencional.
“Las regiones en desarrollo experimentaron un descenso en la tasa de natalidad prevista, que refleja el deseo cada vez más extendido de familias pequeñas, así como una disminución en la tasa de natalidad no deseada, lo que indica que una proporción creciente de mujeres y parejas han podido cumplir sus metas de fertilidad”, concluyeron los autores.
La hipótesis detrás de este cambio es el éxito que podrían estar teniendo los programas de planificación familiar que han elevado las tasas de uso de anticonceptivos. Por ejemplo, la proporción de mujeres casadas que usan un método anticonceptivo (moderno o tradicional) en los países en desarrollo aumentó ocho puntos, pasando del 54 % al 62 % entre 1990 y 2014.
Y aunque, en términos generales, el mundo ha logrado avances frente a este fenómeno, que es considerado por diversos estudios una causa y consecuencia de la desigualdad socioeconómica, en América Latina el porcentaje de embarazos involuntarios aumentó en todas las subregiones, al pasar del 59 % en 1990-94 al 69 % en 2010-14.
Uno de los puntos débiles sigue siendo el Caribe. Allí la tasa de embarazos no deseados fue la más alta del mundo, con 116 por cada 1.000 mujeres. Las tasas más bajas se registraron en el norte de Europa, con 27 por cada 1.000 mujeres. En promedio, en el mundo esa tasa fue de 62 embarazos no deseados.
“La disminución de la tasa de embarazos no deseados en las regiones en desarrollo de 1990 a 2014 no coincidió con una disminución en la tasa de aborto”, apuntaron los investigadores. Esto significa que el porcentaje de embarazos no deseados que terminan en abortos en esta parte del mundo ha aumentado. Para los autores del trabajo, este hallazgo podría sugerir que las mujeres que experimentan embarazos no deseados están cada vez más motivadas a evitar un parto no deseado. “También es posible que el acceso mejorado a un aborto seguro, como el conocimiento y la disponibilidad de misoprostol y otras tecnologías seguras, haya hecho posible que un número creciente de mujeres termine de forma segura un embarazo no deseado, en lugar de continuar con un parto no deseado”, concluyeron.
Ante este panorama, en el que las parejas y mujeres desean tener familias pequeñas, la recomendación de los autores para los países es que aumenten su inversión en programas y políticas de atención de la salud para hacer frente a la creciente demanda de servicios de planificación familiar. Pero advierten que, aún en el mejor escenario posible, se presentarán embarazos no deseados y eso implica que “seguirá siendo imprescindible ayudar a las parejas a manejar los resultados de los embarazos no deseados de manera que optimicen su salud y bienestar, incluido el acceso a servicios de aborto seguro y legal”.
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