La Organización Mundial de la Salud dijo el martes que un brote de ébola en el noreste de la República Democrática del Congo podría empeorar rápidamente debido a ataques por parte de grupos armados, la resistencia de la comunidad y la propagación geográfica de la enfermedad.

“Ahora estamos extremadamente preocupados de que varios factores podrían estar coincidiendo en las próximas semanas y meses para crear una posible tormenta perfecta”, dijo en una conferencia de prensa en Ginebra el director de la OMS de respuestas ante emergencias, Peter Salama.

Al menos 100 personas han muerto por el brote de 150 casos en las provincias de Kivu del norte e Ituri.

La respuesta está en una coyuntura crítica y aunque el número semanal de casos ha bajado desde cerca de 40 a unos 10 en las últimas semanas y se han vacunado más de 11.700 personas, aún hay grandes obstáculos por delante, aseguró Salama.

Los ataques por parte de grupos de oposición armados han aumentado en gravedad y frecuencia, especialmente aquellos atribuidos a la Alianza de Fuerzas Democráticas, en particular un atentado que dejó 21 muertos en la ciudad de Beni, donde está basada una operación de la OMS.

La ciudad declaró “ville morte”, un período de duelo hasta por lo menos el viernes, lo que obligará a la OMS a suspender sus operaciones en la localidad. El lunes, un 80 por ciento de contactos de ébola y tres casos sospechosos en y alrededor de Beni no pudieron ser contactados para monitorizar la enfermedad.

Un “contacto” es una persona en riesgo de desarrollar la enfermedad debido a que pudo haber tenido contacto con ella, de modo que requieren de monitorización hasta que salgan del período de incubación de 21 días.

Según Salama, la “renuencia, rechazo y resistencia” a aceptar las vacunas contra el ébola estaba generando muchos de los nuevos casos.