Supuesta cura del cáncer crea polémica en Brasil
La fosfoetanolamina sintetizada en la Universidad de Sao Paulo no fue probada en humanos, pero asegura curar el cáncer. Cientos de personas la demandan.
“La cura del cáncer”, así se dio a conocer en los medios brasileños la fosfoetanolamina. Esta droga fue desarrollada por el grupo a cargo del profesor de química de la Universidad de Sao Paulo (USP), Gilberto Orivaldo Chierice, quien ahora se enfrenta a la ley por distribuirla sin las pruebas clínicas ni los permisos necesarios.
Pedro Eduardo Menegasso, Presidente del Consejo Regional Farmacéutico de Sao Paulo, quien visitó las instalaciones de la Universidad en donde se produce la píldora, sus conclusiones fueron tajantes: “Es lo mismo que cocinar medicina en la cocina de tu casa”. Resulta que el laboratorio en donde es sintetizada la droga es un salón para enseñar química y, de acuerdo a Menegasso, no cumple con los requisitos para la fabricación de medicamentos. Además, el equipo no cuenta con un profesional farmacéutico.
El Consejo tomó acciones contra la institución, frente a las cuales la Universidad tiene un plazo de 5 días para conseguir un técnico farmacéutico y cambiar el laboratorio o apelar contra el mandato judicial. Si no cumple con esto, la USP deberá cancelar una multa de un porcentaje sobre las ganancias de distribución del producto que, como no fue comercializado, se traduciría en una multa simbólica.
Otro de los problemas que impide la correcta distribución del medicamento, es que deben realizarse pruebas pre-clínicas y clínicas que prueben su seguridad para el consumo humano, lo que incluye la inexistencia de efectos secundarios.
Hay que decir, sin embargo, que la Universidad de Sao Paulo viene desarrollando la fosfoetanolamina sintética desde hace años. En 2013, ya publicaban en el British Jounal of Cancer sobre sus efectos reduciendo el tamaño de tumores y su capacidad de combatir la leucemia.
En la práctica, la droga fue repartida de forma gratuita entre enfermos de cáncer que han reportado mejorías e incluso afirman haber sido curados. Lo anterior ha generado un frenesí de demanda. Según autoridades de la USP hasta 160 personas nuevas se presentan cada día en búsqueda de acceder al fármaco. Frente a esto, y sin emitir juicio sobre su efectividad, el Ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, pidió que dejaran de consumirla, ya que sus efectos en humanos no fueron probados en ensayos clínicos de largo aliento, como lo determinan los protocolos serios de validación médica.
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