Investigadores de la Universidad de Illinois encontraron que los biomarcadores en la sangre son tan eficaces para predecir la sepsis como la vigilancia de largo plazo del paciente.
Un estudio reciente encontró que por cada hora que el tratamiento de la sepsis se demora, la posibilidad de muerte del paciente aumenta en 4%. En EE.UU., 258.000 mueren anualmente debido a ella y 1,6 millones la sufren.