La Organización Mundial de la Salud aconseja a la ciudadanía que “no busquen canalizar sus emociones fumando, bebiendo alcohol o consumiendo productos estupefacientes”.
Estas alteraciones tienen un fuerte efecto sobre las conductas alimentarias y están mediadas por la activación de células inmunitarias y procesos inflamatorios en esta región cerebral.
Aplicaciones como la de Triggr harían más accesible una rehabilitación de calidad para todos los adictos que lo necesiten, independientemente de su nivel económico.