Según un estudio, los cannabinoides producidos y liberados por nuestro sistema nervioso son esenciales en el funcionamiento de la corteza cerebral, ya que favorecen la plasticidad sináptica, la base celular de los procesos de la memoria y el aprendizaje.
El efecto fue demostrado en ratones, y con dosis bajas de THC, por un grupo de científicos de la Universidad de Bonn con sus colegas de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel). Lo anterior abre la posibilidad de un fármaco derivado para usar en casos de demencia.