La Corte Suprema ordenó al Servicio de Salud de Concepción pagar una indemnización de $20 millones (US$ 31.513) a los padres de un recién nacido de 22 días que murió en 2011 tras sufrir tos convulsiva, más conocida como “coqueluche”, y quien fue erróneamente diagnosticado con bronquitis. Por lo mismo, recibió el tratamiento equivocado.