Dos estudios sobre los efectos nocivos de los teléfonos móviles, liderados por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., no descartaron una conexión, pero la matizan.
Jana, un accionista activista líder, y CalSTRS, uno de los mayores planes de pensión privada de Estados Unidos, enviaron una carta a Apple el sábado pidiéndole que evalúe crear un software que permita a los padres limitar el uso de los teléfonos en los niños, reportó el Wall Street Journal.
En 2010 la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos) reveló un estudio que ponía los pelos de punta: la superficie táctil de estos dispositivos contenía 18 veces más microorganismos que un inodoro público. Y peor: el 33% de las bacterias quedaban impregnadas en las yemas de los dedos.
Un estudio de la salud mental con respecto al uso nocturno de estos aparatos examinó la calidad del sueño de estudiantes, junto con el estado de ánimo, la agresión, las habilidades de afrontamiento, la autoestima y si estaban experimentando algún síntoma de depresión.