Termografía: una alternativa para la detección del cáncer de mama

Viernes, 22/01/2016

Además de no ser invasiva, la técnica no presenta riesgos asociados a la radiación. Tiene una efectividad superior al 90%.

La interpretación correcta de una imagen obtenida mediante termografía puede ayudar en la detección temprana de cáncer de mama, según una publicación de la Agencia Informativa de la Comisión Nacional de Cienca y Tecnología de México. Con un nivel de efectividad superior a 90 por ciento, esta técnica es desarrollada en ese país por el doctor Francisco Javier González Contreras, investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

"Los tumores cancerosos, específicamente el de cáncer de seno, tienen una generación de calor metabólica más alta porque las células se reproducen más rápido que en el tejido normal. Esas variaciones de temperatura se pueden ver a través de la termografía infrarroja", explicó el también director del Laboratorio Nacional de Ciencia y Tecnología de Terahertz.

Considerado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) como un método de diagnóstico adjunto, el investigador reconoce que se recomienda complementar esta técnica con el ultrasonido para obtener un diagnóstico más certero, debido a que aún no está avalado como único para determinar la presencia de esta enfermedad.

A pesar de que la termografía existe desde la década de los 80, es poco utilizada en la detección de cáncer. No obstante, el desarrollo tecnológico y los avances en las cámaras termográficas han resultado en mejores imágenes y, en consecuencia, en diagnósticos más acertados, señaló González Contreras.

Actualmente, el método más utilizado para la detección de cáncer de mama es la mamografía, radiación que arroja una imagen anatómica del seno, mediante la cual se pueden observar formaciones atípicas en el tejido.

Al respecto, el académico señaló que la mamografía, "al utilizar rayos X, que son radiación ionizante, puede causar problemas". Debido a ello no se puede "tomar más de tres o cuatro radiografías al año, tampoco las mujeres embarazadas pueden realizarse mamografías".

Aclaró que "la mamografía es un estudio anatómico, mientras que la termografía infrarroja es un análisis funcional del seno. La unión de las partes anatómica y funcional es la que daría un mejor diagnóstico". Por ello, la forma más efectiva para detectar la enfermedad en una etapa temprana es la suma de la termografía y el ultrasonido, afirmó el científico.

Otra de las ventajas de la termografía clínica, explica el ingeniero, es que se puede utilizar en mujeres de cualquier edad, ya que al contrario de la técnica por mamografía, la interpretación de las imágenes obtenidas por termografía no se dificulta por los senos densos, presentes en mujeres más jóvenes o bajo terapias hormonales.

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