Alberto Martínez, de Siemens Healthineers: "Si aplicamos IA seremos capaces de detectar patrones de comportamiento del virus y la patología"

Martes, 13/10/2020
El Managing Director de Siemens Healthineers Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, apunta a que hoy la tecnología médica puede ser clave para fortalecer la medicina de prevención a escala mundial.
Josefina Martínez

Determinar qué equipo médico y herramientas debe tener hoy una institución médica es fundamental. Con la llegada de la pandemia, muchos debieron acelerar la llegada de tecnología que no estaba prevista para un corto plazo. 

Actualmente, identificar la patología y los patrones de comportamiento de un virus es el paso clave para que las clínicas y hospitales prevean el futuro médico y puedan estar más preparados. Pero, ¿qué tecnologías hoy no pueden faltar y qué tendencias se acercan? Alberto Martínez, Managing Director de Siemens Healthineers Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, nos entrega las respuestas a continuación. 

- En materia de equipamiento médico, test y herramientas para combatir el COVID-19, ¿existen diferencias entre Latinoamérica y Europa o Estados Unidos? ¿Latinoamérica está suficientemente equipada?

Europa o Estados Unidos son regiones altamente industrializadas, lo que nos desafía a desarrollar equipos médicos pensando en un horizonte de tiempo mayor, con el objetivo de mejorar la experiencia del paciente y de los sistemas de salud. Sin embargo, nos encontramos en un contexto en que las fronteras tecnológicas son cada vez menores, lo que permite que los países -siempre y cuando la regulación lo permita- puedan adquirir tecnología de punta.

Solo como ejemplo, y hablando de COVID-19, podemos mencionar que Siemens Healthineers recientemente lanzó un kit serológico para la detección de anticuerpos del Sars-Cov2, el virus que produce el coronavirus. Este equipo fue desarrollado en Alemania y apenas recibió las autorizaciones correspondientes de los organismos europeos, estadounidenses y latinoamericanos, comenzó a distribuirse en cada una de estas regiones. 

Algo similar ocurrió con RAPID Point 500E, un dispositivo médico que monitorea los niveles de oxigenación de la sangre y que, dado su diseño, permite estar al lado del paciente incluso aquellos internados en pabellones de cuidados intensivos (UCI). La prueba resulta muy útil para pacientes positivos de COVID-19, ya que permite que los médicos decidan de mejor manera qué equipos de oxigenación usar: ventilador mecánico invasivo, no invasivo, máquinas de ventilación reconvertidas, entre otros. Esta tecnología desarrollada en Europa, está ya disponible en América Latina. 

- Al hacer un análisis en la región, ¿son muy distintas las realidades entre países como Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay? ¿Quién queda con menos equipamiento o herramientas para afrontar la pandemia y qué es lo que más escasea?

El rápido avance del COVID-19 a nivel mundial demostró que cada país, independientemente del continente donde se emplaza, tiene distintas necesidades y realidades. Que la OMS haya declarado al coronavirus en calidad de pandemia, confirmó que casi no hay región del planeta que estuviese ajena a este virus. A eso tenemos que sumar que los distintos gobiernos del mundo optaron por diversas estrategias para combatirlo. Todas esas variables hacen imposible comparar el nivel de preparación de un país u otro. 

Sin embargo, lo que podemos decir es que Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay son países que tienen las condiciones para recibir equipamiento de punta como otras regiones del planeta. Lo importante en el fondo es que la tecnología esté disponible para los sistemas de salud de los países y sus profesionales. En estos momentos también es fundamental contar con la educación adecuada sobre la tecnología para sacar el máximo partido en beneficio de los pacientes.

- Hoy se están haciendo estudios clínicos para probar vacunas potenciales y otros métodos de inmunidad, ¿qué elementos podrían ser de vital apoyo y transformarse en herramientas que contribuyan a estos avances?

Seguramente el test serológico va a tener un papel importante en el seguimiento de la inmunidad que desarrollemos ante el Sars-Cov2, ya que detecta los anticuerpos generados por nuestro organismo y que potencialmente nos resulten útiles como defensa al coronavirus.

También es importante señalar que prepararse para el próximo año no significa estar únicamente enfocados en el COVID-19, sino que también tratar activamente otras patologías que han sido desplazadas a causa de la pandemia y que de igual forma podrían llegar a requerir la utilización extensiva de recursos del sistema o atención médica de urgencia. Es el caso del cáncer, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y patologías crónicas, cuyos diagnósticos y tratamientos se han visto postergados por la actual crisis sanitaria. Es urgente retomar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estas enfermedades.

Para todas ellas la tecnología debe jugar un papel fundamental y Siemens Healthineers tiene disponibles soluciones que destacan por su rapidez, precisión y eficiencia. Contar con tales herramientas permite estar preparados para el próximo año y los que vengan.

- En algunos países se han utilizado herramientas como escáneres y rayos X para el apoyo al PCR en la detección del COVID-19, ¿cuál es el terreno en el que se encuentran los países latinoamericanos respecto a experiencias con miras a 2021? 

Todos los países de América Latina han tenido avances muy importantes en materia de detección del COVID-19 y el tratamiento para pacientes positivos para el Sars-Cov2. En Chile hubo una investigación muy interesante, relacionada con el uso de radiografías de tórax que, combinadas con Inteligencia Artificial (IA), podrían permitir un prediagnóstico. En ese país y también en Argentina, comenzaron pruebas para usar escáneres de alta resolución para detectar no solo la presencia del virus, sino que también la expansión de este. Bolivia, Paraguay y Uruguay también tuvieron investigaciones propias, con objetivos que transitaban en direcciones similares. Esto quiere decir que efectivamente en Latinoamérica existe terreno para la investigación. 

- Respecto a la digitalización de la medicina, ¿existe algún software que se esté desarrollando para el procesamiento de información de pacientes COVID-19? ¿Qué tan importante es esto actualmente?

En Chile, en la ciudad de Osorno, tenemos avances con el sistema e-Health, el cual permite cruzar información del historial médico de los pacientes con los datos del departamento de imagenología y la información producida por el laboratorio clínico. Con ello los doctores pueden realizar diagnósticos más precisos y con mayor rapidez. Si bien partió en pacientes no COVID-19, la ayuda viene al descongestionar el recinto, al reducir la cantidad de veces que los pacientes salen de su casa y asisten a la unidad, y sobre todo, al ser más eficientes con el trabajo del personal médico, siempre tan necesario en esta pandemia.

Otros programas que son útiles y que también están disponibles para Latinoamérica son los que permiten asignación de camas de forma más eficiente; los que agilizan la atención de pacientes a domicilio considerando la ubicación de los doctores y sus cercanías con quienes necesitan atención, por citar algunos ejemplos. 

También, y para complementar, durante la pandemia hemos estado recolectando mucha información de pacientes positivos para COVID-19 de todo el mundo. Si aplicamos “Machine Deep Learning” e Inteligencia Artificial seremos capaces de detectar patrones de comportamiento del virus y la patología, que seguro nos ayudaran en el futuro a estar más preparados. Es importante que la generación de conocimiento en torno a la pandemia no se detenga, sino que además se haga de manera coordinada.

- ¿Qué aspectos debe seguir explorando la telemedicina para que pueda transformarse en una herramienta para contexto COVID-19 en 2021?

La telemedicina demostró ser una gran herramienta segura para el tratamiento de enfermedades no respiratorias en contexto COVID-19. Es muy positivo que los pacientes hayan comenzado a confiar en esta tecnología, sin embargo, también existen desafíos interesantes. Entre ellos se encuentran las plataformas de digitalización. La mayoría de las atenciones que se están realizando en telemedicina son de orden simple, que no requieren exámenes para conseguir un diagnóstico. Sin embargo, Siemens Healthineers cuenta con equipos capaces de realizar test y obtener tales resultados en formato digital, disponibles ya sea para su envío a través de correo electrónico o bien, para que queden disponibles en softwares de medicina, como e-Health. Conseguir una plataforma que unifique esta labor permitirá ampliar el tipo de consultas que se pueden ofrecer vía telemedicina. 

Lo mismo ocurre con el manejo de los datos. Cruzar automáticamente la información de los usuarios, con su historial médico, el resultado de exámenes y administrarlo de manera más eficiente, permitirá transformar el cuidado de la salud y mejorar la atención al paciente. Este será un paso gigante en la medicina. Cuando esta transformación se realice a gran escala los pacientes de cualquier parte del planeta se beneficiarán de una manera sencilla de la experiencia adquirida en prevención, diagnóstico o tratamiento de determinada patología, pero en otros rincones del mundo. Con ello desprendemos que tener datos digitales es solo un primer paso y que lo más importante es convertir estos datos en información válida para compartirla y así mejorar la atención a la población.

- Si consideramos la situación actual donde muchas comunidades están en un período transición respecto a la pandemia y deben prepararse para continuar en esta nueva normalidad, ¿qué equipamiento consideran que son obligatorios a esta altura en un centro hospitalario? 

En primer lugar creo que lo más importante es seguir siempre las recomendaciones de las autoridades locales, especialmente para la prevención, pero también en caso que ya exista contagio. 

Tras eso, y hablando específicamente de tecnología, más que obligatorios, creemos que es necesario contar con tecnología altamente especializada para el COVID-19, como test PCR y también test serológicos de alta especificidad. Estos últimos son fundamentales para identificar anticuerpos en los pacientes, convirtiéndose en grandes herramientas para conocer si cierta vacuna es o no potencialmente efectiva, si determinado método de inmunidad puede o no funcionar, o bien, si es necesario aplicar determinadas medidas preventivas en cierto grupo de la población o no. 

También consideramos necesaria la presencia de equipos que sean capaces de entregar resultados con mayor precisión y rapidez. En ese sentido, máquinas como escáneres, ultrasonidos, equipos radiológicos, son claves para identificar daños colaterales que haya generado el COVID-19 en los pacientes o incluso, convertirse eventualmente en herramienta coadyuvante del diagnóstico del PCR. 

- ¿Cuáles son las tendencias más potentes que se vienen?

Las proyecciones hablan de un tránsito hacia una medicina cada vez más digital. Hasta antes del COVID-19, ya se estaba barajando la posibilidad incluso de realizar intervenciones de mayor complejidad, comandadas a distancia entre una ciudad y otra. Para eso es necesario un desarrollo de la red de internet y telecomunicaciones más potente, veloz y capaz de soportar la transmisión de contenido en alta definición y en tiempo real. Creemos que posiblemente esa tendencia se retomará el 2021. 

Otra tendencia donde definitivamente tenemos que redoblar esfuerzos es en prevención. En general hoy tenemos un sistema orientado a diagnosticar y tratar de la mejor manera a los pacientes, lo que nos habla de acciones post. Creo que nuestro objetivo debe trasladarse a una medicina de prevención y a escala mundial, donde podamos actuar antes y así evitar que la patología reaparezca. Con ello estaremos dando un gran paso para garantizar la salud y calidad de vida para la población.

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