El pasado fin de semana el programa Los Informantes de Caracol Televisión presentó un insólito caso médico: en Barranquilla una mamá dio a luz a una pequeña que en tenía en su vientre a un feto. Era su tercera hija. La llamó Itzamara.

El reporte del procedimiento fue registrado por varios medios latinoamericanos. La rareza del caso capturó la atención de portales y periódicos. “Bebé nace embarazada”, “El extraño caso ‘fetus in fetu’ de una beba que nació embarazada”, “Bebé nace embarazada de su hermano gemelo y causa estupor en el mundo científico”, fueron algunos de los títulos bajo los que han contado la historia. 

Como lo explicaban los médicos en Los Informantes, lo que sucedió no se trata de ningún embarazo. Es una alteración que ocurre en el desarrollo embrionario que impide que las células que son el inicio de dos gemelos no se dividan de manera correcta. El resultado son dos embriones que crecen de forma asimétrica. “Fetus in fetu”, es como lo define el mundo científico. Otros también lo llaman “gemelo parásito”.

En el caso de Itzamara los cirujanos tuvieron que hacer una doble cesárea. La primera a su madre, a las 37 semanas de embarazo. La segunda, a la bebé para extraer el feto que se alojaba en su vientre. Se trataba de un cuerpo sin corazón ni cerebro que estaba rodeado de líquido amniótico y se alimentaba a través de un cordón umbilical que provenía de su hermana.

Sin embargo, aunque el procedimiento ha generado asombro, no es la primera vez que se presenta. La literatura médica ya ha reportado varios casos. La biblioteca de medicina del Instituto Nacional de Medicina de Estados Unidos tiene un listado amplio de registros de esa anomalía que puede presentarse en 1 de cada 500 mil nacidos vivos. En Colombia, de hecho, ya se ha presentado, al menos, un caso similar.

En 2016 Zenen Carmona-Meza, Aura Siosi-Illedge y Marticela Cabeza-Morales reportaron un hecho muy parecido en la revista especializada Horizonte Médico. Se trataba de una menor de 18 meses que, tras padecer varios dolores en su zona abdominal, consultó el centro de salud en Riohacha, Guajira. Luego de una serie de exámenes, los doctores descubrieron que la masa de 445 gramos no correspondía a un tumor, como inicialmente habían pensado. El tejido óseo, el tejido muscular y la presencia de órganos no funcionales, de dientes y de uñas les indicaron de qué se trataba. Era otro “Fetu in fetus”.