Desde que sabemos de su existencia a inicios del siglo XX, el mal de Alzheimer ha sido largamente estudiado por la comunidad científica. Sus irreversibles consecuencias tienen sin respiro a la comunidad científica para poder resolver el puzzle, pesquisando el origen de la alteración en nuestros genes.

Si bien se conoce la potencial relación entre este mal y las patologías cardiovasculares en los pacientes, un reciente estudio quiso ir más allá y analizar en particular cuáles son las alteraciones genéticas que ambas enfermedades comparten.

La última publicación semanal de la revista académica Acta Neuropathologica sorprendió al mundo científico aportando un nuevo dato a la investigación del Alzheimer. En los resultados de este estudio los médicos visualizaron la presencia de pequeñas variaciones en algunos genes, lo que aumentaría la probabilidad de desarrollar Alzheimer en personas con niveles altos de colesterol en la sangre y con patologías cardíacas.

El descubrimiento fue fruto de una investigación liderada por el Dr. Rahul S. Desikan y su equipo de la Universidad de California en Estados Unidos. El especialista junto a otros científicos de Holanda y Noruega analizaron las secuencias de ADN de un millón y medio de personas. Este análisis permitió identificar 90 regiones del genoma que alteraron significativamente el ADN y la capacidad del organismo para procesar lípidos. Una mutación que comparte el trastorno vascular con la neurodegeneración.

La revista española Investigación y Ciencia señala que “de confirmarse el hallazgo, Desikan y sus colaboradores destacan que, en individuos cuyo ADN contenga las variantes de riesgo, la administración de fármacos diseñados a fin de reducir los niveles de colesterol podría retardar la aparición del trastorno degenerativo”.

En la misión de buscar tratamientos eficaces, ahora la expectativa será mejorar la farmacología preventiva para apoyar a este grupo de riesgo.