El crecimiento del músculo puede ayudar con el tratamiento del cáncer
Los investigadores del Instituto de Descubrimiento Biomédico de la Universidad de Monash (BDI) han desarrollado de manera colaborativa un enfoque terapéutico que promueve dramáticamente el crecimiento de la masa muscular, lo que podría prevenir el desgaste muscular en enfermedades como la distrofia muscular y el cáncer.
El enfoque, desarrollado conjuntamente con los científicos del Baker Heart and Diabetes Institute, combina por primera vez moléculas que inhiben tres proteínas que a su vez reprimen el crecimiento muscular.
Los científicos descubrieron que la inhibición de la activina A, la activina B y la miostatina provocó un aumento de la masa muscular esquelética de hasta 150% en los modelos preclínicos.
La miostatina ha sido reconocida como el principal regulador negativo del cuerpo de la masa del músculo esquelético, ayudando a mantener la homeostasis del músculo en el cuerpo, pero la creación de moléculas para dirigir las tres proteínas relacionadas juntas fue un enfoque novedoso.
"Como resultado del estudio ahora podemos regular con mayor precisión, y aumentar la masa muscular en el contexto de la enfermedad", dijo el autor de Monash BDI, el Dr. Craig Harrison.
El Dr. Harrison dijo que el estudio, la culminación de muchos años de investigación con el Dr. Paul Gregorevic del Instituto Baker, estaba dirigido principalmente a desarrollar una forma de prevenir la pérdida de músculo en la caquexia de la condición de emaciación, en el cáncer.
El Dr. Harrison dijo que la caquexia, observada en las etapas finales del cáncer, se pensaba que contribuía o causaba directamente del 20 al 30% de todas las muertes relacionadas con el cáncer. Los cuidados paliativos son actualmente el único tratamiento para la caquexia del cáncer. La condición también se observa en otras enfermedades, incluyendo la diabetes, el SIDA, en el corazón y la insuficiencia renal.
El trabajo demostró que el tratamiento combinado podría prevenir el desgaste muscular en un modelo de caquexia del cáncer, así como en la distrofia muscular. También podría ser utilizado después del desarrollo clínico en personas sanas y envejecidas que experimentan un lento desperdicio de músculos, dijo el Dr. Harrison.
Las activinas y la miostatina pertenecen a la familia de proteínas del factor de crecimiento transformante-β (TGF-β), que ambos investigadores han investigado durante varios años.
Se está llevando a cabo más investigación pre-clínica.
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