Dos hospitales británicos están utilizando la tecnología blockchain para controlar el almacenamiento y suministro de vacunas COVID-19 sensibles a la temperatura, dijeron las compañías detrás de la iniciativa, en una de las primeras iniciativas de este tipo en el mundo.

Dos hospitales, en Stratford-upon-Avon y Warwick, en el centro de Inglaterra, están ampliando el uso de un libro mayor distribuido, una rama de la cadena de bloques, desde el seguimiento de vacunas y medicamentos de quimioterapia hasta el control de refrigeradores que almacenan vacunas COVID-19.

La tecnología reforzará el mantenimiento de registros y el intercambio de datos en las cadenas de suministro, dijo Everyware, que monitorea las vacunas y otros tratamientos para el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña (NHS), y el libro mayor con sede en Texas Hedera, propiedad de empresas como Google e IBM de Alphabet, en una declaración.

Los obstáculos logísticos son un riesgo significativo para la rápida distribución de las vacunas COVID-19, pero han resultado en un negocio en auge para las empresas que venden tecnología para monitorear los envíos desde el congelador de fábrica hasta las inyecciones en el brazo.

La inyección de Pfizer Inc y BioNTech, por ejemplo, debe enviarse y almacenarse a temperaturas extremadamente frías o en hielo seco, y solo puede durar hasta cinco días a temperaturas estándar del refrigerador.

Otras vacunas, como la de Moderna Inc, no necesitan almacenamiento en frío y, por lo tanto, son más fáciles de administrar.

"Podemos verificar absolutamente los datos que hemos recopilado de cada dispositivo", dijo Tom Screen de Everyware en una entrevista. "Nos aseguramos de que los datos sean precisos en la fuente y, después de ese punto, podemos verificar que nunca se hayan modificado, que nunca se hayan manipulado".