Matías Echavarría: "Consideramos la innovación como una herramienta estratégica para la mejora de nuestros procesos y prestaciones"
Los modelos en innovación de salud varían de acuerdo a cada país o de sistemas, público o privado. En el caso de Chile, destaca el del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, que alimenta a los hospitales públicos con proyectos renovadores. Matías Echavarría Sáez, Diseñador Estratégico y Encargado de Innovación del Servicio, quien participó de la conferencia “Liderazgo para la Innovación en Salud” de América Economía Conferencias, comenta los principales obstáculos de innovar en esta campo, y la forma en cómo se articula desde este organismo.
- ¿Cuáles son los principales obstáculos al momento de innovar en las instituciones de salud?
- Una de las principales dificultades que tenemos como organismo público dependiente es que existe una agenda, pero no una política de innovación en salud pública, lo que se traduce, entre otras cosas, en la inexistencia de lineamientos desde el Ministerio. No contamos con instrumentos establecidos para la gestión de la innovación, ni referentes o líneas de trabajo claras que reportar. En ese sentido, como Servicio dependemos de nuestra propia capacidad de gestión, lo que también es una gran oportunidad. A nivel de Servicio de Salud, podríamos hablar de un obstáculo de contexto organizacional. Nuestra red consiste en 7 hospitales de diversa complejidad, un Centro de Referencia de Salud y más de 100 establecimientos de atención primaria. Cada establecimiento tiene sus particularidades, necesidades y liderazgos con distintos enfoques de trabajo. Además, esta red atiende a casi 1,2 millones de beneficiarios FONASA, distribuidos en 15 comunas urbanas y rurales de la zona poniente de la Región Metropolitana, por lo que debemos trabajar en polos de desarrollo diferenciados. Podríamos destacar también la falta de flexibilidad normativa y presupuestaria. Con un sistema de compras como el que tenemos es muy difícil la entrada de nuevos actores y gestionar presupuestos anuales que nos ayuden a garantizar la continuidad de las iniciativas. Por último, podríamos mencionar la dependencia de los liderazgos para innovar tanto al interior de las unidades clínicas como al mando de los establecimientos. Esto dificulta la continuidad del trabajo, debido a la rotación de cargos directivos o de jefaturas. Como Servicio creemos en la incorporación de la innovación en los perfiles de cargo de Alta Dirección Pública.
- ¿Cómo se articula y funciona el modelo de innovación en los hospitales públicos en Chile?
- En el caso de los hospitales y los Servicios de Salud del país, es común que centren sus modelos de innovación en aquellas iniciativas basadas en la tecnología clínica y de datos, con el apoyo de plataformas, aplicaciones y sistemas informáticos. Estos proyectos son generalmente producto de desarrollos internos, de la asociación con universidades o el financiamiento de programas gubernamentales de emprendimiento. Este modelo de Salud Digital, trabajado correctamente, tiene la ventaja de poder mostrar resultados tempranamente y ser rápidamente empaquetado para su replicación. Sin embargo, actualmente existe una gran brecha de digitalización en los equipos de trabajo en el sector público, sin una estrategia clara para cubrirla. Se cuenta con alternativas de financiamiento y la capacidad de desarrollo, pero se complejiza la integración con tecnologías, procesos y dinámicas de trabajo existente. Si esto no es abordado de manera estratégica se dificulta garantizar su sostenibilidad en el tiempo o su exportación a otras redes de salud.
- ¿Pueden los hospitales públicos aportar en el campo de la innovación o les es más complejo, por cómo se articula la gestión de éstos?
- Los hospitales de la red de salud del Servicio son un gran espacio para la innovación. Cuentan con una gran población beneficiaria, profesionales que además son docentes e investigadores, y unidades y equipos comprometidos con la mejora de la atención. También es destacable que en la actualidad, y gracias a instancias como el Laboratorio de Gobierno, fondos concursables, el uso de metodologías ágiles y un nuevo enfoque académico, muchos hospitales cuentan con las herramientas necesarias para la gestión de proyectos. Efectivamente, y debido a las diferentes estructuras de gobernanza, es complejo gestionar la innovación dentro y fuera de los hospitales. Pueden existir Unidades Clínicas o de Apoyo más o menos innovadoras, directivos más o menos abiertos al cambio, pero debemos considerarlos como “laboratorios de innovación de salud en red” y trabajar articuladamente por el impacto que puede tener en la mejora de la calidad de vida de un gran porcentaje de la sociedad chilena.
- ¿En el caso del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, cuáles son las últimas innovaciones que se han implementado? ¿Cuáles a futuro?
- A nivel de Servicio, destacaría un proyecto de trabajo intersectorial colaborativo, la Unidad Clínica Móvil de Testeo Rápido de VIH. Esta iniciativa piloto fue desarrollada en conjunto con el INJUV y la SEREMI de Salud, donde logramos acercar el test población y que más de 9.400 personas se lo realizaran en espacios públicos de la Región Metropolitana, Coquimbo y Valparaíso entre enero y abril de este año. Actualmente funcionarios y dirigentes comunitarios de toda la red se están capacitando en metodologías de innovación y gestión de proyectos para continuar la instalación de un modelo de innovación participativa que combine el rediseño de procesos y el desarrollo digital. Consideramos la innovación como una herramienta estratégica para la mejora de nuestros procesos y prestaciones, a través de un trabajo colaborativo entre los equipos hospitalarios y de atención primaria, la comunidad organizada y otros actores como Universidades u otras instituciones públicas.
- ¿Existen ideas innovadoras del mundo privado que puedan extrapolarse a las instituciones públicas?
- Más que ideas, considero que ciertos conceptos de la innovación en el mundo privado serían interesantes de adoptar en el sector público, como la asociatividad, la agilidad, la flexibilidad y la experimentación. En ese sentido, se requiere un nuevo marco institucional que, teniendo en cuenta la transparencia y eficiencia en el uso de recursos públicos, privilegie la experimentación de ideas en formatos o con actores que potenciarían tener un gran impacto en la salud pública a través de una planificación ágil y una gestión normativa y presupuestaria flexible.
- ¿Qué modelos de innovación usan otros países de Latinoamérica?
- En cuanto a la innovación pública, la literatura plantea dos modelos: la innovación conducida por diseño, orientada a la mejora de procesos y el desarrollo de capacidades; y la innovación conducida por bases de datos y tecnología. Estos dos modelos están presentes en todos los países de Latinoamérica, y su aplicación depende de la naturaleza y los recursos de la institución donde se desarrollen. Las figuras de laboratorios de innovación, el uso de metodologías ágiles y el diseño de servicios responden al primer modelo; mientras que las hackatones en salud, el diseño de dispositivos clínicos, aplicaciones y plataformas, en un entorno de intraemprendimiento institucional o start-ups responden al segundo. Transversalmente, podríamos agregar al escenario latinoamericano un enfoque de gobernanza, centrado en los gobiernos locales y un trabajo colaborativo a partir de la identidad, las necesidades, realidades y posibilidades de la comunidad.
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