Nueva prueba identifica pacientes con diabetes con alto riesgo de insuficiencia renal

Miércoles, 19/04/2017
El test podría ayudar a crear grupos para estudios clínicos de manera más precisa, reduciendo la cantidad de sujetos necesarios.
Joslin Diabetes Center

Los investigadores del Centro de Diabetes de Joslin han desarrollado una herramienta que establece con precisión el riesgo de enfermedad renal en estadio terminal (ERT) en pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2.

Esta nueva prueba podría ayudar a los médicos a evaluar el riesgo de enfermedad en sus pacientes y guiar a los investigadores a desarrollar terapias más eficaces para prevenir o tratar la insuficiencia renal. Los resultados se publicaronn en línea (7 de abril de 2017) en el sitio web de Kidney International antes de la publicación impresa.

En el pasado, los médicos se basaron principalmente en dos biomarcadores -la relación de albúmina a creatinina urinaria (ACR) y la tasa de filtración glomerular estimada- para identificar a aquellos con mayor riesgo de insuficiencia renal y también para seleccionar a los pacientes para los ensayos clínicos. Pero los investigadores dicen que esos criterios fallan en una gran proporción de pacientes que están en alto riesgo de la enfermedad y no pueden predecir con exactitud el tiempo de inicio de la ERT.

"La eficacia general y la rentabilidad de los ensayos clínicos dependen de las herramientas de diagnóstico utilizadas para inscribir a los pacientes del estudio", dice el autor del estudio Andrzej S. Krolewski, Jefe de la Sección de Genética y Epidemiología en Joslin Diabetes Center. "Si usted contrata a personas que no están en riesgo de progresar a ERT durante el período de ensayo clínico, el poder estadístico disminuye y no se puede probar nada".

En 2012, el Dr. Krolewski y su equipo hicieron un descubrimiento muy importante cuando encontraron un vínculo entre el receptor del factor de necrosis tumoral 1 (TNFR1) y la disminución de la función renal en la diabetes tipo 1 y tipo 2. Sobre la base de esta investigación de avance, los investigadores trataron de traducir ese descubrimiento en una prueba de pronóstico práctico que los médicos podrían utilizar para evaluar la atención e inscribir a los pacientes en los ensayos clínicos.

Para este estudio, los investigadores utilizaron datos de una población de pacientes con diabetes y enfermedad renal crónica (estadio 3 y 4) inscritos en estudios de seguimiento realizados por el Dr. Krolewski y su equipo en el Joslin Diabetes Center y seguido por cuatro a 15 años.

Utilizando una herramienta analítica denominada árboles de clasificación regresión (CART por sis siglas en inglés), el Dr. Krolewski y sus colegas encontraron que los valores específicos de dos biomarcadores -nivel circulante de TNFR1 y ACR combinados- indicaron alto riesgo de ERT. El equipo validó estos hallazgos en una cohorte de pacientes con diabetes tipo 2. Encontraron que la prueba pronóstica para la diabetes tipo 2 era similar a la del tipo 1. En general, el criterio de pronóstico compuesto tenía un valor de sensibilidad de 72% (valor de detección de riesgo) y un valor pronóstico positivo (detectando los que desarrollaron ERT en tres años) de 81%.

"Sorprendentemente, cuando usamos el receptor TNF para analizar el riesgo de ERT, el riesgo era casi idéntico para la diabetes tipo 1 y tipo 2. Esto implica que las etiologías son similares", dice el Dr. Krolewski. "Esta es una observación muy importante porque en la comunidad médica, la impresión es que la progresión a ERT en el tipo 1 es de alguna manera diferente a la del tipo 2. Como resultado, muchos ensayos clínicos no incluyen pacientes con el tipo 1".

Además, el equipo aplicó este criterio de inscripción simple a un ensayo clínico hipotético de 3 años para evaluar el impacto en la reducción del tamaño de la muestra mientras aumentaba el poder estadístico.

"Actualmente, alrededor del 80% de los pacientes en estos ensayos clínicos no proporcionan información útil", dice el Dr. Krolewski. "Si nuestro criterio se utiliza en la contratación de pacientes, no necesitará dos o tres mil pacientes para un ensayo clínico, sólo necesitará 400 pacientes".

Este descubrimiento también abre la puerta al uso del receptor de TNF como diana terapéutica. Estudios futuros podrían hacer la pregunta: ¿Hay algo en el receptor del TNF que esté dañando los riñones?.

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