Presión ambiental desempeña un papel en la resistencia a los antibióticos

Miércoles, 23/05/2018
Una temperatura y una densidad de población locales más altas se relacionan con un mayor nivel de resistencia en las cepas bacterianas comunes.
Xinhua

Epidemiólogos estadounidenses y canadienses encontraron que una temperatura y una densidad de población locales más altas se relacionan con un mayor nivel de resistencia a los antibióticos en las cepas bacterianas comunes.  

En un estudio publicado en la revista Nature Climate Change se indicó que la presión ambiental desempeña un papel en lo que respecta a hacer que las bacterias desarrollen resistencia a los antibióticos, lo cual antes de creía que derivaba de la exposición reiterada a ellos por recetarlos de manera excesiva.

"Los efectos del clima son cada vez más reconocidos en diferentes enfermedades contagiosas, pero hasta donde sabemos esta es la primera ocasión en que se le vincula con la distribución de la resistencia a los antibióticos en las diferentes geografías", dijo el principal autor del estudio, Derek MacFadden, especialista en enfermedades contagiosas e investigador del Hospital Infantil de Boston.

"También encontramos indicios de que la relación entre resistencia a los antibióticos y temperatura podría estar aumentando con el tiempo", dijo MacFadden.

En su estudio, el equipo del Hospital Infantil de Boston y de la Universidad de Toronto elaboraron una gran base de datos de información sobre resistencia a los antibióticos relacionada con E. coli, K pneumoniae y S. aureus y derivada de varias fuentes de información de hospitales y laboratorios documentada entre 2013 y 2015.

En total, la base de datos incluyó más de 1,6 millones de patógenos de 602 registros únicos de 224 instalaciones.

Comparando la base de datos con coordenadas geográficas y con  temperaturas locales promedio, el equipo encontró que temperaturas promedio locales mínimas más altas tuvieron relación con una mayor resistencia a los antibióticos.

Se encontró que aumentos de 10 grados en la temperatura mínima promedio local estuvieron asociados con aumentos de 4,2%, 2,2% y 3,6% en la resistencia a los antibióticos en cepas de E. coli, K. pneumoniae y S.aureus, respectivamente.

En relación con la densidad de población, el estudio encontró que un aumento de 10.000 personas por milla cuadrada estuvo asociado con aumentos de 3 y 6%, respectivamente, en la resistencia a los antibióticos de E. coli y K. pneumoniae, ambas gram negativas.

S. aureus, también gram positiva, pareció sin embargo no ser significativamente afectada por la densidad de población.

"Nuestra hipótesis es que la temperatura y la densidad de población podrían actuar para facilitar la transmisión y así aumentar la resistencia a los antibióticos", dijo MacFadden.

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