Tomar vitamina K reduce el riesgo de cataratas
Una catarata es una nubosidad en el cristalino del ojo que dificulta la visión. Es una causa frecuente de ceguera que se asocia sobre todo al envejecimiento y a determinadas patologías como la diabetes tipo 2. Pero existen otros factores de riesgo, como la obesidad, la dieta, el tabaquismo y el alcohol.
Entre los mecanismos implicados en la formación de cataratas, la oxidación y la inflamación parecen tener un papel relevante. Para comprobarlo, expertos de la Universidad Rovira i Virgili, el Instituto de Investigación Sanitaria Pere y Virgili y el Ciber Fitopatología de la Obesidad y Nutrición evaluaron la relación entre los alimentos que contienen vitamina K y la aparición de dicha opacidad en el ojo.
La vitamina K tiene propiedades antinflamatorias y antioxidantes y también está relacionada con el metabolismo de la glucosa y la insulina
Teniendo en cuenta que la vitamina K tiene propiedades antinflamatorias y antioxidantes y también está relacionada con el metabolismo de la glucosa y la insulina, los investigadores postularon que su ingesta se podría asociar con un menor riesgo de cataratas en una población mediterránea de gente mayor.
En este trabajo han podido demostrar el beneficio del consumo de vitamina K –que se encuentra en los vegetales, especialmente los de hoja verde– sobre el riesgo de sufrir cataratas, es decir, que protege el desarrollo.
El estudio, dirigido por Mònica Bulló y Jordi Salas, se realizó en 5.860 participantes del estudio sobre prevención con dieta mediterránea (PREDIMED) que fueron seguidos durante casi seis años.
La muestra eran hombres y mujeres de entre 60 y 80 años y con factores de riesgo cardiovascular a los que se hizo el seguimiento a través de visitas periódicas. En estas consultas se recogían parámetros de salud y estilo de vida, incluyendo datos de alimentación.
Al final del seguimiento se documentaron un total de 768 cataratas aparecidas durante la investigación. Los resultados confirman que las personas que consumían más vitamina K tenían menos riesgo de sufrir cataratas, casi un 30% menos de riesgo en comparación con los individuos que tomaban menos. Si bien este efecto se había observado previamente en ratones, esta es la primera vez que se describe este beneficio en personas.
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