Usan nanotecnología contra las infecciones crónicas intrahospitalarias

Viernes, 18/12/2015

Investigadores australianos inyectan nanopartículas de óxido ferroso en las capas bacterianas. Eso, combinado con la aplicación de un campo magnético para calentarlas, provoca la dispersión de las bacterias. 

Una de las principales causas de infección al interior de un hospital son las capas bacterianas que se depositan en tejidos vivos e instrumentos médicos, acoplándose unas con otras y haciendo difícil su remoción. Frente a ello, una investigación de la Universidad de Gales del Sur, Australia, detalló una manera para poder engañar a las bacterias y hacer que se dispersen, utilizando nanopartículas y calor.

El estudio, desarrollado en la Escuela de Ingeniería Química , aparece en Scientific Reports, de la revista científica Nature. Su autor principal, el profesor Cyrille Boyer, director del Centro Australiano de Nanomedicina, manifestó que "las infecciones derivadas de la capa bacteriana crónica son muchas veces resistentes a los antibióticos y otros agentes antibacteriales convencionales. Tienen una capacidad alta para evadir el sistema inmune. Nuestro estudio muestra un camino para la dispersión de las bacterias en tejidos infectados, lo cual mejora el efecto de las terapias con antibacteriales".

La formación de capas bacterianas es un problema creciente y caro para los hospitales, puesto que genera infecciones difíciles de tratar, las cuales, a su vez, derivan en inflamación crónica, defectos en la recuperación de las heridas y resistencia a los antibióticos. Cuando ha transcurrido el tiempo suficiente para que se forme una capa bacteriana, una infección puede transformarse en una condición intratable y crónica. Además, causan corrosión en las superficies húmedas. Por lo mismo, presentan una amenaza para la salud pública.

El equipo de la universidad encontró que inyectar nanopartículas de óxido ferroso en las capas bacterianas, combinado con la aplicación de un campo magnético para calentarlas, causaba la dispersión de las bacterias. A su vez, esto provocaba que pudieran ser fácilmente combatidas con antibióticos.

"Una vez dispersas, las bacterias son fácilmente derrotadas. Esto crea el potencial para eliminar las infecciones resistentes", dijo Boyer. Agregó que el descubrimiento "puede tener aplicaciones amplias en entornos industriales y clínicos".

Pese a que el estudio se enfocó en el patógeno humano pseudomonas aeruginosa, los investigadores aseguran que la experiencia será replicable con la mayoría de las bacterias.

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