Uso no médico de fármacos recetados entre jóvenes genera preocupación mundial

Viernes, 03/02/2017

Se observa un aumento de las tasas de muerte en todo el mundo por prescripción de opioides en hasta 550% dependiendo del país y el período de tiempo.

Columbia University's Mailman School of Public Health. El equilibrio entre la necesidad de un país de poner los medicamentos recetados a disposición de los necesitados y simultáneamente reducir el uso no médico es uno de nuestros mayores retos, según un artículo publicado por Silvia Martins, profesora asociada de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia y un colega en la Universidad Americana de Beirut. El artículo publicado en World Psychiatry, la revista de la Asociación Mundial de Psiquiatría, cita la investigación que identifica un aumento de las tasas de muerte en todo el mundo por prescripción de opioides en hasta 550% dependiendo del país y el período de tiempo. Por ejemplo, de 2000 a 2014, hubo un 200% de aumento en las muertes por sobredosis debido al uso de opiáceos.

Los investigadores informaron sobre datos de estudios escolares y universitarios de Europa, América Latina, Asia y Oriente Medio. En los Estados Unidos, resumieron información de los datos recopilados en la Encuesta Nacional de Uso y Salud de Drogas de 2014.

En Beirut, el uso no médico de medicamentos recetados durante el año pasado fue del 22% entre los estudiantes universitarios privados, y el 10% entre los estudiantes de secundaria, con los opiáceos recetados como el fármaco de elección. En el Reino de Arabia Saudita, una reciente encuesta realizada en la escuela mostró una prevalencia de por vida del 7% para el uso no médico de cualquier medicamento con receta.

En Europa, las tres cuartas partes de las muertes por sobredosis y el 3,5% del total de muertes entre 15 y 39 años se atribuyeron a los opiáceos recetados. Los datos de 36 países recogidos como parte del más reciente Proyecto de Encuesta de Escuelas Europeas de 2011 sobre el alcohol y otras drogas mostraron que, en promedio, el 6% de los estudiantes europeos (edad media de 16 años) informó el uso de tranquilizantes durante toda la vida.

"Aunque hay variaciones en las metodologías de estudio y las definiciones de lo que constituye el uso no médico, las comparaciones directas también se ven afectadas por la disponibilidad variada y la aceptación cultural de las drogas en todo el mundo", dijo la Dra. Martins. "La mayor aceptación social por el uso de estos medicamentos (frente a las drogas ilegales) y la idea errónea de que son seguros pueden ser factores que contribuyen a su mal uso".

Un estudio del sur de China realizado en 2007-2009 reveló que el 6% de los estudiantes de secundaria y preparatoria había probado una medicación de prescripción no médica, en su mayoría opioides, seguido de medicamentos para la tos con codeína. En Chongqing, China, una encuesta de la escuela secundaria de 2012 informó una prevalencia de toda la vida del 11% por el uso no médico de los opiáceos recetados.

En los Estados Unidos, el 6% de los jóvenes de 12 a 17 años de edad y menos del 12% de los jóvenes de 18 a 25 años informaron sobre la prevalencia de uso no médico de fármacos recetados (opiáceos, estimulantes, tranquilizantes y sedantes) principalmente por el mal uso de los opioides. Los datos de las últimas encuestas de colegios y universidades de los Estados Unidos muestran que el 13% de los estudiantes de 12º grado usaron cualquier medicamento con receta médica.

El uso de medicamentos recetados sin receta médica se define como el uso sin receta médica o por otros motivos que no sean los destinados a la medicación. Es una preocupación global motivada principalmente por el alto y creciente uso de los opiáceos sin receta médica en poblaciones jóvenes. El uso no médico de estimulantes recetados puede causar supresión respiratoria y sobredosis, o provocar una frecuencia cardíaca irregular, hipertensión, fallo del sistema cardiovascular, apoplejía y convulsiones. El uso no médico de opioides y estimulantes de prescripción entre adolescentes y adultos jóvenes también se ha relacionado con el uso nocivo creciente de otras sustancias, síntomas psiquiátricos, trastornos psiquiátricos e ideas de suicidio.

La Dra. Martins sugiere que se tomen las siguientes medidas para ayudar a asegurar que estos medicamentos recetados estén disponibles para aquellos que lo necesiten, evitando estrictamente el desvío para fines no médicos:

1. Informar al público en general, incluidos los padres y los jóvenes, sobre las consecuencias negativas de compartir medicamentos recetados.
2. Capacitar a los médicos para que reconozcan mejor a los pacientes con riesgo potencial de desarrollar un uso no médico.
3. Considerar posibles tratamientos alternativos y mejorar la supervisión de los medicamentos dispensados por los profesionales médicos.

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