Audaz experimento intentará revertir muerte cerebral

Viernes, 06/05/2016

El proyecto ReAnima busca reponer la respiración y ritmo cardíaco independientes en 20 “vivientes muertos”.

CORDIS/Cluster Salud. Si se trata de tener miedo “de mentiritas” están los muertos vivientes, a los que uno puede enfrentarse cómodamente sentado en un sillón, viendo una serie de sobre un mundo de zombies. Ahora, si se trata de tener miedo en serio, está la posibilidad considerar que cualquier persona puede convertirse en un viviente muerto, si –por ejemplo– como resultado de un accidente automovilístico, el cuerpo es mantenido con vida, pero se le declara la muerte cerebral.

Pero, ¿no habrá una manera de revivir un cerebro “técnicamente” muerto?  Bioquark Inc., en colaboración con Revita Life Sciences está comenzando a buscar una respuesta. Ambos obtuvieron un permiso ético por parte de las autoridades sanitarias de Estados Unidos para reclutar a 20 pacientes, declarados clínicamente muertos de una lesión cerebral traumática, para probar si  partes de su sistema nervioso central (SNC) pueden ser traídos vuelta a la vida.

Los científicos que trabajan en el Proyecto ReAnima utilizarán una combinación de terapias, que incluyen la inyección del cerebro con células madre y un cóctel de aminoácidos tronco cerebral , así como el despliegue de láseres y técnicas de estimulación de los nervios que se han demostrado útiles con pacientes en coma. El primer ensayo será un no aleatorizado, de un solo grupo de "prueba de concepto" ensayo y se llevará a cabo en el Hospital Anupam en Rudrapur, Uttarakhand, India.

Los participantes del ensayo se sido certificados como muertos y sólo se mantienen vivos a través de soporte de vida.  La idea es mantenerlos así y realizarles un seguimiento, durante varios meses, utilizando equipos de imágenes del cerebro para buscar signos de regeneración, especialmente en la médula espinal superior, la región más baja del tronco cerebral que controla la respiración y el ritmo cardíaco independiente.

La muerte se define como la terminación de todas las funciones biológicas que sustentan un organismo vivo. Y la muerte cerebral, como la pérdida total e irreversible de la función cerebral (incluyendo la actividad involuntaria necesaria para mantener la vida), tal como se define en el informe de 1968 del Comité ad hoc de la Escuela de Medicina de Harvard. Esta es la definición legal de la muerte humana en la mayoría de países de todo el mundo.

Aunque los cerebros humanos muertos, técnicamente ya no vivan, algunos estudios han demostrado que la actividad eléctrica en el cerebro continúa, permitiendo que en el cuerpo aún circule en la sangre, digerir los alimentos, excretar los desechos, balancear las hormonas, incluso el crecer, madurar sexualmente, sanar heridas, tener una fiebre, y gestar y tener un bebé. Sin embargo, tales niveles de actividad eléctrica no son suficientes para permitir que el cuerpo funcione plenamente.

Parte del razonamiento base detrás del experimento es que, mientras que los seres humanos carecen de capacidades regenerativas sustanciales en el sistema nervioso central, muchas especies no humanas, como los anfibios, las planarias, y ciertos peces, puede reparar, regenerar y remodelar partes considerables de su cerebro y tronco cerebral, incluso después de un trauma crítico que amenace la vida.

Además, estudios recientes sobre la regeneración cerebral compleja en estos organismos han puesto de relieve los hallazgos únicos en relación con el almacenamiento de recuerdos después de la destrucción de todo el cerebro, lo que puede tener amplias implicaciones para nuestra comprensión de la conciencia y la estabilidad de la persistencia de la memoria.

“A través de nuestro estudio, vamos a obtener una visión única en el estado de muerte cerebral humana, lo que tendrá importantes conexiones con el futuro desarrollo terapéutico para otros trastornos graves de la conciencia, como la coma y los estados vegetativos  y de conciencia mínima, así como sobre una gama de condiciones degenerativas del sistema nervioso central, incluyendo la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson”, comentó el doctor Sergei Paylian, Fundador, Presidente y Director de Ciencia de Bioquark Inc.

¿Podemos esperar que los pacientes “despierten”? Es dudoso y esperarlo con certeza sería iluso, pero si el almacenamiento de la memoria  de largo plazo no se ha perdido, y tampoco la zona prefrontal de las funciones ejecutivas está perdida, soñando un poco, podría ocurrir un milagro.

Comentarios