Cáncer de mama en Uruguay: en dos de cada 10 casos existe sobrediagnóstico

Miércoles, 09/12/2015

El gobierno quiere aplazar las mamografías para evitar biopsias innecesarias.

El Observador. Cada año se diagnostican en Uruguay, en promedio, 1.834 casos de cáncer de mama y mueren 641 pacientes, según datos del Registro Nacional del Cáncer. Los beneficios de que las mujeres se hagan mamografías se conocen y demuestran que cuando las mayores de 40 años se realizan ese estudio, reducen las probabilidades de mortalidad por cáncer de mama. Esa reducción, que en promedio es del 20%, no es igual en todos los grupos etáreos: es menor entre las mujeres de 40 y 49 años, donde además la incidencia de la enfermedad también es menor. Sin embargo, el gobierno advierte que existen riesgos potenciales en su realización, y por eso tomó la decisión de establecer la obligatoriedad de la mamografía a partir de los 50 años y no de los 40, como hasta ahora.

La radiación es uno de los peligros. "Es muy bajo, pero no despreciable si se empieza a edades muy tempranas", dijo ayer Lucía Delgado, profesora grado cinco de Oncología Médica de la Universidad de la República y directora del Fondo Nacional de Recursos, durante la presentación de la Guía de Práctica Clínica de Detección Temprana de Cáncer de Mama.

No obstante los riesgos de mayor entidad son los falsos positivos y los sobrediagnósticos, cuyo porcentaje varía según la edad en que las mujeres se empiezan a realizar mamografías, siendo un peligro mayor en mujeres jóvenes.

A menor edad, las mamas son más densas. Se hacen mamografías, repiten el estudio si hay dudas, luego pasan a las ecografías, pero tampoco alcanza. Los nódulos mamarios son dudosos imagenológicamente y es entonces cuando se decide hacer una biopsia, explicó a El Observador Álvaro Luongo, presidente del Instituto Nacional del Cáncer (INCA) y de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer.

La doctora Delgado indicó durante la presentación que "el sobrediagnóstico es cuando se hace diagnóstico de cáncer de mama que nunca se hubiera hecho evidente" en la vida de la persona.

Es decir, que no se hubiera desarrollado. "¿Cómo saber eso? No se puede saber. El sobrediagnóstico está asociado al sobretratamiento. Los falsos positivos no se pueden evitar, pero sí las biopsias innecesarias", agregó.

El sobretratamiento se da en mayor medida en los carcinomas in situ (que no se extendieron), los que se encuentran en una etapa precoz, en el 20% de los casos. Mientras que en los tumores malignos invasores se da un sobretratamiento en el 30% de los casos, explicó Delgado. "Son porcentajes que alarman y obligan a poner en la balanza los beneficios y los riesgos" de hacer este tipo de estudios a edades tempranas.

En julio de este año el Ministerio de Salud Pública (MSP) invitó a la médica argentina María Noble a disertar sobre el uso excesivo de medicamentos y los diagnósticos innecesarios. Según la experta, el sobrediagnóstico puede producir daños a nivel del cuerpo y preocupar a la persona a la que se realizó. "Un malestar de la vida cotidiana termina siendo una entidad y cuando algo es una entidad, la visión sobre eso cambia", expresó a El Observador.

En el marco de una campaña por reducir la mortalidad en cáncer de mama en Uruguay, el MSP publicó una guía con recomendaciones actualizadas en base a conocimientos de los últimos años. Comenzó a realizarse en la administración anterior y este martes 8 de diciembre fue presentada en el Salón de Actos del MSP. "Aún no hay medidas de prevención que puedan evitar el cáncer de mama, pero sí con diagnóstico precoz se puede disminuir su mortalidad", dijo el ministro Jorge Basso.

La decisión de modificar la edad de inicio de las mamografías no se da solo en Uruguay. A mediados de octubre, la Sociedad Americana de Oncología concluyó que las mujeres que presentan un riesgo moderado de desarrollar cáncer de mama pueden empezar a realizarse el estudio a partir de los 45 años.

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