Desarrollan músculos robóticos para prótesis
Los músculos para robots se sitúan como una buena alternativa para conseguir un alto grado de adaptación en pacientes.
Silvia Martín Pascual, Think Big. Es común ver prótesis metálicas, con una cierta flexibilidad pero con una movilidad reducida. Niños, jóvenes y adultos que pierden una de sus extremidades y se ven obligados a optar por las nuevas tecnologías en materias de biología y robótica.
En este escenario, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha conseguido un gran avance en este campo: los primeros actuadores blandos para robots que se inspiran en el bíceps humano. Dicho de otra forma, robots y humanos cada vez más unidos, para mejorar, entre otros fines, la movilidad de personas discapacitadas.
En el laboratorio de Harvard’s Wyss Institute for Biologically, George Whitesides, jefe del proyecto, y su equipo de jóvenes científicos, trabajan desde hace tiempo, en perfeccionar la idea de músculos para robots, inspirados en un bíceps humano. La eficiencia y la funcionalidad serán los pilares clave de este nuevo avance.
Llegados a este punto, la pregunta del millón es: ¿cómo es posible que se pueda conseguir una mayor flexibilidad gracias a estos músculos? El proyecto está desarrollado con un sistema VAMP, formado por un sistema de vacío, que logra imitar con bastante precisión la contracción muscular de la propia anatomía humana, y así producir el movimiento de la extremidad del robot.
Resulta indispensable generar un sistema muscular flexible para dotar a los robots de cierta elasticidad en sus movimientos. Por ello, los músculos están fabricados en goma, formando una estructura con celdas, que se colapsan cuando se produce la contracción muscular.
Esta alternativa supone que los pacientes que necesiten prótesis, o incluso exoesqueletos, puedan beneficiarse de un sistema que les permita mayor destreza y flexibilidad en sus movimientos. No debemos olvidar que, al tratarse de un sistema formado por goma, en caso de accidente, los pacientes no recibirían daños colaterales. Si las prótesis estuviesen formadas por materiales rígidos y pesados, los perjuicios serían bastante mayores.
De momento, solo se trata de un gran avance en el mundo de la ciencia, pero, sin duda, sería muy interesante ver máquinas y robots funcionando con músculos sintéticos inspirados en la anatomía humana.
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