Desarrollan una herramienta para medir el estado y necesidades de pacientes pediátricos

Viernes, 18/03/2016

Se trata de uno de los primeros instrumentos diseñados específicamente para niños y que busca mejorar la calidad del servicio entregado a los pequeños.

Cluster Salud. Aunque los avances médicos han permitido aumentar la sobrevivencia de niños con condiciones médicas complejas (conocidas como CMC y que inclyen anomalías cromosómicas, enfermedades cardiovasculares o respiratorias congénitas), hasta ahora, las taxonomías utilizadas en la mayoría de los instrumentos para medir la gravedad de sus enfermedades y la intensidad de sus necesidades están diseñadas para pacientes adultos.

Así lo asegura un estudio publicado en la revista Journal of Pediatric Nursing, en el que investigadores presentan y prueban una herramienta cuyas categorías están pensadas específicamente para pacientes pediátricos.

"No hay un método conocido y nacionalmente utilizado que sea específico para pediatría", dijo la profesora asistente de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Nueva York, Ann-Margaret Navarra. Agregó que "Los niños con CMC utilizan mucho el servicio de salud y no está realmente claro cuáles son sus necesidades específicas".

La profesional diseñó un instrumento específico para pediatría, útil para el uso en los cuidados de largo plazo, en base a la Encuesta de Intensidad del Cuidado de Niños (N-KICS), detallada en la publicación.

Durante 18 meses, la encuesta se aplicó en tres rondas recurrentes en tres centros de salud, midiendo cuarenta factores en escalas de uno a cuatro. Entre ellos, estaban los signos vitales, el eso, la observación, la higiene, las funciones motrices, el apoyo respiratorio y el cuidado de la piel.

Tras ello, aplicaron la encuesta en un recinto de cuidados pediátricos de largo plazo con 97 camas. El resultado fue que los altos puntajes (es decir, las necesidades de cuidado más intensas) se observaron en los ítemes relacionados con el control de infecciones, la administración de medicamentos, las intervenciones nutricionales, el cambio de pañales, el cuidado bucal y el cuidado respiratorio.

"El control de infecciones fue uno de los de mayor intensidad y eso tiene sentido", dijo Navarra, "porque los niños con enfermedades crónicas están en estos recintos por mucho tiempo, e interactúan con muchos profesionales. Conviven con el riesgo de infecciones intra hospitalarias".

El equipo de investigadores espera que estos datos ayuden a mejorar el servicio en recintos de cuidados de largo plazo para niños. El N-Kics se ha probado en 11 recintos a nivel nacional, aunque los hallazgos más recientes no se han publicado aún.

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