El gran experimento de Pascal Soriot: reinventar AstraZeneca
Ante un panorama sombrío, catapultado por el vencimiento de una parte importante de las patentes de sus medicamentos y la proyección a la baja de sus ganancias para los años venideros, para el CEO Pascal Soriot no queda otra alternativa que dar un golpe de timón que reinvente a la compañía.
Reuters. El jefe ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, es un gran creyente en la ciencia y el mayor experimento de su carrera es la reinvención de la farmacéutica. La oficina central de US$ 500 millones y el cubo de investigación que surge entre grúas en el borde sur de la ciudad universitaria de Cambridge simbolizan su objetivo de crear una compañía líder en ciencia con lazos únicos con la academia.
Para los empleados son tiempos incómodos. Miles de trabajadores han sido "cortados" a nivel global en los últimos tres años de la empresa, y quedan más por venir. Incluso parte del staff se ha mostrado reticente a la hora de moverse a Cambridge, con sus caros domicilios, de Inglaterra noroccidental donde la compañía tiene una fuerte presencia que data desde la época en que formaba parte del imperio químico de ICI (Imperial Chemical Industries).
Sin embargo, a Soriot le gusta la idea de reorganizar las cosas mediante la instauración de su "casa" cerca de los laboratorios universitarios reconocidos mundialmente, donde dice que la firma está mejor ubicada para contratar a "lo mejor de lo mejor" y acota sus operaciones para enfocarse en las áreas más importantes como cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
"En el pasado hemos tenido demasiada estabilidad" afirmó el CEO en una entrevista para Reuters, donde dio las indicaciones más claras hasta el momento de la escala del cambio cultural que busca darle a la empresa. "Teníamos gente que nunca se movió y una rotación del 1 o 2%. Esto puede sonar bien pero en el fondo no lo es, ya que no teníamos nuevas ideas flotando en el lugar".
Es mucho lo que está en juego. Dos años después de declinar una oferta por US$ 100.000 millones de Pfizer, AstraZeneca se está enfrentando al "precipicio" de expiración de patentes más grande que la industria haya visto, borrando más de la mitad de sus ventas -de US$17.000 millones- en el periodo 2011-2017.
Esto ha obligado a Soriot a buscar nuevas rutas para obtener ganancias y su replanteamiento de la compañía pasa ahora a una fase fundamental, con los resultados de las pruebas clínicas de éxito-o-fracaso y a la espera de aprobación de medicamentos durante los próximos 12 meses, lo cual además coincide con el desplazamiento hacia Cambridge.
Como con cualquier experimento, los resultados de la reinvención que propone Soriot son inciertos, y los inversores están divididos. Neil Woodford de Woodford Investment Management, el séptimo accionista más grande de AstraZeneca, está convencido en que la firma resurgirá como un actor exitoso enfocado en drogas especializadas como el tratamiento para el cáncer más que medicinas para el mercado masivo. De hecho, elevó sus acciones en el último tiempo.
Pero Andy Smith, oficial jefe de inversiones del gestor de fondos Mann Bioinvest, afirmó que Soriot aún debe probar que su plan pagará. "La gran pregunta que flota sobre su permanencia es sobre qué tan cerca está de obtener la ganancia que espera con su proyecto", sentenció.
Implosionando
Ninguna otra farmacéutica se había desplazado a esa escala a un centro académico. Soriot fundamenta que el traslado ya le está pagando a 1.600 personas del staff, cerca de un cuarto de su fuerza laboral en Reino Unido, ahora en el espacio alquilado alrededor de Cambridge, donde se comunican de manera mucho más cercana con investigadores académicos.
"Es fundamental cambiar la manera en que operamos", afirmó el CEO de 56 años, quien estudió veterinaria en Francia. Gran parte del equipo se moverá al nuevo edificio a partir de fines del 2017.
Soriot acusó que, desde que tomó el mando en octubre del 2012, no tenía otra alternativa que reinventar AstraZeneca debido al "precipicio" de patentes. "La compañía estaba implosionando", expuso sin rodeos.
Su respuesta ha sido invertir en investigación interna y adquisiciones añadidas, incluyendo más de US$ 7.000 millones en negociaciones hasta finales del 2015, para así reconstruir el catalogo de fármacos de la empresa.
Esto incluye medicamentos para el cáncer que mejoran el sistema inmune, la cual es la área más "caliente" de investigación en la actualidad, a pesar de que AstraZeneca también tiene altas expectativas respecto a otras iniciativas para luchar contra los tumores. Esto convierte a oncología como el área con el mayor potencial para guiar las ganancias futuras de AstraZeneca, mientras que la compañía lucha contra una oleada de patentes a expirar de productos antiguos, como la medicina para el colesterol Crestor y la pastilla para el ácido estomacal Nexium.
Los inversionistas están ansiosos por comprobar si la "prescripción" de Soriot funcionará, más considerando que las acciones de AstraZeneca se marchitan con un 28% por debajo de los 55 centavos que ofrece Pfizer y que se espera una caída en las ganancias para el 2016 y 2017.
La compañía también ha tenido que adaptarse a las recientes salidas de directores ejecutivos, incluyendo la partida del jefe en Norte América a Novartis. A la altura de esta batalla, la empresa salió al mercado con la previsión de que sus ventas se elevarían tres cuartos hasta llegar a los US$ 45.000 millones en 2023. Una apuesta riesgosa, quizás, pero un objetivo que Soriot se muestra confiado en que logrará.
"Quizás yo ya no esté aquí para el 2023 cuando alcancemos ese objetivo, pero la gente no deberá esperar hasta entonces. Si triunfamos, el precio de las acciones reflejará el valor de la compañía mucho antes que eso ocurra", declaró. "Yo creo que nos llevará otros 12 meses y ya podremos mostrarle a la gente lo que quiere ver".
Pasos adelante y atrás
Hasta el momento se han dado algunos pasos hacia adelante, con el éxito en el fármaco para el cáncer Tagrisso y los positivos resultados que obtuvo un nuevo medicamento para el asma.
Pero también se han dado algunos hacia atrás, incluyendo la oportunidad de sacar rápido al mercado la gran esperanza de AstraZeneca, el durvamulab. La compañía ha incrementado la presión para probar que un tratamiento combinado entre durvamulab y tremelimunab puede ayudar a tratar el cáncer de pulmón, lo cual podría servir como pie de apoyo para AstraZeneca en un mercado dominado por Bristol-Myers Squibb.
"Pascal ha jugado bien su mano pero ahora se encuentra en un punto donde se pondrá más complicado", sentenció un ejecutivo líder de una compañía rival. "Sus ganancias están cayendo bajo el nivel y no sabemos como los datos clínicos que recabará le servirán para levantar desde ese lado".
AstraZeneca también ha utilizado un supuesto ingreso de externalización para licenciar productos fuera del eje principal, para sostener las ganancias, generando críticas de los analistas respecto a la calidad de sus ingresos.
Con un gasto en inversión y desarrollo (I+D) equivalente al 24% de las ventas, el presupuesto científico de AstraZeneca supera el promedio de la industria. Pero Soriot busca empujar las ventas, administrativos y gastos generales del 35% al 30-32%.
El CEO le pidió a los inversores tener paciencia para ver esta historia de recuperación la cual, con suerte, será un reflejo de lo que vivió Bristol-Myers, compañía estrella del sector en la actualidad. "Habrá un punto de inflexión en que un número suficiente de proyectos estarán yendo positivamente y podrán ver que el futuro es brillante", exclamó.
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