La falta de instalaciones para fabricar algunos de sus nuevos medicamentos ha sido considerado un "cuello de botella" en el crecimiento de la compañía.
Novartis dijo que ahora planea dos estudios de Fase III para el ligelizumab con más de 2.000 pacientes que sufren de urticaria crónica espontánea (CSU, por sus siglas en inglés), una enfermedad autoinmune que causa persistentes ronchas con picazón en la piel.
NHS England dijo que el efectivo para pagar Kymriah provendría del Cancer Drugs Fund, que fue creado para acelerar el acceso a nuevos y prometedores tratamientos contra el cáncer.
Alcon está sacando del mercado el dispositivo después de que los datos clínicos mostraron que podría dañar el ojo, pero la farmacéutica suiza dijo que la medida no afectaría los planes de escindir la unidad el próximo año.
La compañía apunta inicialmente a utilizar la terapia en Europa para jóvenes de hasta 25 años de edad con leucemia linfoblástica aguda (LLA) de células B, y más tarde para pacientes adultos con linfoma difuso de células B grandes (DLBCL).
Los analistas dijeron que el fármaco, llamado BYL719, está en una trayectoria para asumir un papel de liderazgo en el tratamiento avanzado del cáncer de mama.
El movimiento sigue a una acción similar de AstraZeneca, que el mes pasado dijo que elevaría en un 20% las reservas de medicamentos que podrían verse afectados por el Brexit.