'Electrocéuticos': ¿el fin de las pastillas?
GlaxoSmithKline, la sexta farmacéutica más grande del mundo, lleva a cabo investigaciones que apuntan a los tratamientos llamados bioeléctricos. Según sus ejecutivos, constituyen el futuro de la medicina.
Cluster Salud. De cerca de US$ 33 mil millones fue el volumen de ventas de las pastillas, polvos, vacunas y diferentes productos de GlaxoSmithKline (GSK) en 2015, empresa que ocupa el sexto lugar entre las farmacéuticas más grandes a nivel mundial. Pese al éxito, la empresa se prepara para cambios importantes y, de hecho, según sus ejecutivos, todas sus ventas actuales pertenecen al "pasado" de la medicina.
Así lo dijo el jefe del área de Vacunas de GSK, doctor Moncef Slaoui, en una conversación con la revista del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE), la asociación tecnológica más grande del mundo, con 430 mil miembros en más de 160 países. El ejecutivo ha liderado un esfuerzo de investigación relevante en los llamados 'electrocéuticos', en que dispositivos médicos combaten las enfermedades valiéndose de pulsos eléctricos enviados a través del sistema nervioso.
Slaoui está convencido de que los doctores comenzarán a recomendar estos tratamientos pronto. "La única pregunta es cuántas enfermedades se tratarán con medicina bioeléctrica".
En GSK, los planes son ambiciosos. Según la publicación de IEEE Spectrum, la empresa ha financiado investigación en 50 laboratorios y startups. Actualmente, con la vista puesta en 2017, se planifican pruebas clínicas para dispositivos implantables que podrían tratar tres enfermedades crónicas, entre ellas un desorden autoinmune y otro del metabolismo. Los resultados podrían estar en los próximos tres años.
Actualmente, la investigación se enfoca en herramientas que se implantarían en nervios periféricos del cuerpo, que son una vía a órganos importantes. Algunas de las enfermedades que podrían ver avances en los próximos años son la obesidad, la hipertensión, la diabetes tipo dos, el asma y la artritis.
En comparación con los farmacéuticos, los electrocéuticos ofrecen tratamientos dirigidos con mayor precisión, es decir, menos efectos secundarios. La idea es implantar un pequeño dispositivo en un nervio que guiará los cambios al órgano esecífico que se quiere impactar.
Otro beneficios es que se podría ofrecer un tratamiento calendarizado con la mayor especificidad, al grabar señales del sistema nervioso y enviar los pulsos sólo cuando sea necesario, ya sea varias veces al día o cada pocas semanas.
De acuerdo con IEEE Spectrum, GSK no está sólo en la carrera por el desarrollo de la medicina bioeléctrica. Medtronic ya tiene a la venta productos implantables que interactúan con el sistema nervioso.
Una de las dudas ante el desarrollo de la tecnología es cómo se realizarán los implantes. "Queremos que la medicina bioeléctrica ocurra en la oficina del doctor y no en el hospital", propone Slaoui, quien habla de herramientas robóticas que faciliten el procedimiento. En la visión de GSK, según el ejecutivo, "uno podría salir de ahí en diez minutos".
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