La vacuna de la fiebre amarilla también serviría contra el Zika

Científicos brasileños descubrieron que la vacuna contra la fiebre amarilla también puede servir contra el virus zika y evitar deficiencias neurológicas provocadas por el virus.

Las investigaciones que realizaron científicos de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) demostraron que en las pruebas realizadas con ratones, la vacuna contra la fiebre amarilla estimula el organismo a destruir el virus zika.

El zika lo transmite el mosquito Aedes aegypti y es una de las infecciones más temidas en el mundo, principalmente entre las mujeres embarazadas, porque puede provocar una microcefalia en el feto del bebé, así como otras malformaciones y disturbios neurológicos, como el síndrome Guillain-Barré.

"Puede ser que la solución la tuviéramos delante nuestro todo este tiempo", explicó el médico y profesor de Bioqúimica Médica de la UFRJ Jerosn Lima.

"Nuestra investigación muestra que una vacuna eficiente y certificada, disponible para su uso hace varias décadas, efectivamente protege los ratones contra la infección del virus zika", apunta el informe.

Para Lima, "los resultados son promisores y, como la vacuna de la fiebre amarilla ya está recomendada en el país, el mensaje inmediato es que las personas deben vacunarse porque no evitarán apenas una enfermedad de elevada letalidad, como también ganarán potencialmente protección contra el zika".

El zika llegó a Brasil en 2016 y provocó el pánico por su rápida expansión por el país y el aumento de casos de microcefalia que provocó en bebés.

El brote de zika motivó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el gobierno brasileño decretasen el estado de emergencia sanitaria en el país sudamericano.

Tanto el zika como la fiebre amarilla los transmiten los virus de la familia Flavivírus. Las estructuras biológicas de los virus son semejantes, lo que inspiró a los investigadores a probar los efectos de la vacuna de la fiebre amarilla sobre el virus zika.

Lima resaltó que la región del noreste de Brasil, la que tuvo una mayor incidencia de zika, es la que tiene una menor cobertura de fiebre amarilla.

Las pruebas se realizaron con dos grupos de ratones, los que estaban sanos y otros que tenían el sistema inmune comprometido y son más susceptibles a la propagación del virus.

En ambos grupos, parte de los animales fueron inmunizados con al vacuna de la fiebre amarilla y otros con apenas una solución salina, sin ningún efecto inmunológico. Todos ellos fueron infectados por el zika para simular infecciones con alto grado de letalidad.

"Sin la vacuna, los más susceptibles murieron y los normales desarrollaron síntomas de la enfermedad. Ya entre los vacunados, los susceptibles no murieron y todos presentaron una carga viral extremamente reducida en el cerebro", comentó el especialista.

La investigación duró dos años y actualmente el grupo trabaja para entender los mecanismos de protección contra el virus desarrollados a partir de la vacuna de la fiebre amarilla. El próximo paso será realizar pruebas en primates.

"Los resultados fueron muy evidentes. Creemos que hay una gran posibilidad de que la vacuna de la fiebre amarilla proteja a los humanos contra el zika, ya que las pruebas con animales probaron una protección tan fuerte", finalizó Lima.