A fines de 2015 circulaban noticias en el país sobre bebés con cabezas demasiado pequeñas. En unos pocos meses, alrededor de 3.000 niños nacieron con microcefalia, la mayoría de ellos en las zonas pobres del noreste del país. Los médicos responsabilizaron entonces al virus del zika, que ataca el cerebro de los fetos