Asise Fernandez: “Necesitamos reenmarcar la salud para que sea vista como una inversión más que un gasto”

Jueves, 04/10/2018
La Country Manager Johnson & Johnson Medical Devices Chile explica junto a Andrea Basagoitia, Gerente de Economía de la Salud y Acceso al Mercado para el Cluster Sur Latam de la compañía, las principales ventajas de un modelo sanitario basado en valor.
Cristián Yáñez W.

Actualmente se discute en muchos países la idea de transformar los sistermas de salud, principalmente por un tema de crisis de pago o costos. Los expertos creen que los sistemas fee por service o pago por servicio ya no funcionan adecuadamente, además que se hace más necesario centrarse en el paciente.

Uno de estos nuevos modelos que se propone es el llamado Value Based Care o “Cuidado de Salud Basado en Valor”, que plantea que el pago de las prestaciones se asocie al valor que depende del resultado clínico, de la experiencia del paciente y del costo total de la prestación. Asise Fernandez, Country Manager Johnson & Johnson Medical Devices Chile explica que este modelo “busca mejorar los resultados para el paciente, con la consiguiente sustentabilidad del sistema de salud”.

En tanto, Andrea Basagoitia, Gerente de Economía de la Salud y Acceso al Mercado para el Cluster Sur Latam de Johnson & Johnson Medical Devices, quien participará del Foro de “Excelencia en Gestión Hospitalaria” que desarrollará América Economía (9 y 10 de octubre), destaca que "como sector, debemos enfocarnos mas en resolver problemas de salud que en sólo brindar muchas buenas prestaciones". Además agrega que cuando los sistemas de salud empiezan a colapsar por falta de cobertura y/o de oportunidad en la prestación de atenciones, “debemos replantearnos la coordinación y la alineación de intereses entre los distintos actores del sistema. Consensuar que el paciente debe ser el eje central en la toma de decisiones es fundamental a la hora de entender qué son los modelos de cuidados de salud basados en Valor”.

Y es que, según indica Fernandez, es necesario para enfrentar los desafíos que tienen los sistemas de salud latinoamericanos, “como falta de previsibilidad en costos, variabilidad en los resultados, un sistema buscando sustentabilidad financiera, y los hospitales buscando diferenciación”.

- ¿Cuál es la idea principal de un sistema basado en valor?

- Acá los proveedores son pagados en base a los resultados de salud del paciente, es decir son premiados por ayudar a los pacientes a mejorar su salud, reducir los efectos e incidencia de las enfermedades crónicas y vivir vidas más saludable, de manera evidenciada. El valor en Value Based Care es derivado de medir los resultados en salud de los pacientes vs. los costos de entregar esos resultados.

- ¿Qué se debe implementar para que funcione?

- Existe cinco premisas para la implementación de modelos de remuneración basados en valor: La centricidad del paciente, métricas, coordinación del cuidado, sistemas de información, y episodios del cuidado (abarca todas las etapas pre-operatoria/ intra hospitalaria, pos hospitalaria. A esto hay que sumar los indicadores clínicos y económicos que se necesitan, divididos en tres grupos principales, con métricas relacionadas a resultados clínicos, reducción de costos y satisfacción del paciente.

- ¿Qué ejemplos concretos sirven como indicadores de calidad o valor?

- Algunos ejemplos son identificar los eventos adversos, la mejora de procesos para mejorar la experiencia de paciente, la adopción de protocolos basados en evidencia que logran mejores resultados, la cantidad de días de hospitalización y las readmisiones.

- ¿Qué beneficios permite el sistema basado en valor?

- Yo diría que lo más importante es que los beneficios se extienden a los pacientes, proveedores de salud, pagadores, industria y sociedad como un todo. En este sentido, los pacientes gastan menos dinero en alcanzar una mejor salud, los hospitales alcanzan más eficiencias y mayor satisfacción de paciente (calidad y el compromiso del paciente aumenta cuando el foco es en valor en vez del volumen); los pagadores controlan sus costos y reducen riesgo (pagos basados en valor cubren el ciclo entero de cuidado del paciente) ya que hay una población más sana con menos enfermedades que cubrir; la industria alinea sus precios a los resultados de los pacientes; y la sociedad se vuelve más saludable mientras reduce su gasto en salud.

-¿Cuál es la experiencia de J&J en el mundo?

- En cuanto a esto tenemos tratamientos de fractura de cadera en población geriátrica, donde la evidencia nos ha demostrado que el modelo reduce costos, corta tiempo de pabellón, y disminuye los días de estadía en el hospital. También trabajamos con el sistema de salud para asegurar que nuestra sutura anti-bacteriana sea usada para ayudar a prevenir altamente costosas y dolorosas infecciones en el sitio de la cirugía. Similares resultados ocurren con la ablación cardíaca y la cirugía bariatrica.


De izquierda a derecha: Asise Fernandez, Country Manager Johnson & Johnson Medical Devices Chile y Andrea Basagoitia, Gerente de Economía de la Salud y Acceso al Mercado para el Cluster Sur Latam de Johnson & Johnson Medical Devices.

-¿Qué se necesita para llegar a implementar el fee por valor?

- Movernos de un sistema fee por servicio a fee por valor toma tiempo, y la transición se ha provado que es más difícil de lo que parece. A medida que el escenario de salud vaya evolucionando y los hospitales vayan aumentando su adopción, estos pueden ver en el corto plazo un impacto en sus costos antes que este disminuya en el largo plazo. Sin embargo, esta transición ha sido abrazada como el mejor método para disminuir el costo en salud mientras aumenta la calidad de esta y ayudamos a nuestros pacientes a liderar vidas más saludables.

Alinear a los actores en beneficio del paciente

Basagoitia cree que si los actores involucrados en el sistema de salud no trabajan coordinadamente y se alinean de cierta manera, en sus intereses finales, “siempre habrá prestaciones de salud que no llegarán a realizarse oportunamente, sumando costos adicionales al sistema”. En el caso chileno, afirma también que “estamos llamando riesgo compartido al traspaso total del riesgo desde el pagador al prestador, sin medir realmente si lo estamos haciendo de la manera más segura y costo efectiva posible. Sin saber muchas veces cómo medir valor por dinero”.

- ¿Dónde se genera valor?

- En cada prestación podemos generar valor hacia el paciente cómo individuo (resultado clínico) y hacia el conjunto social de los pacientes, sus familiares y cuidadores (experiencia del paciente). Al mismo tiempo debemos preocuparnos de controlar tanto los costos directos, como los costos indirectos que pueden ser mucho mayores y pasar inadvertidos si no cumplimos con un requisito fundamental del concepto de cuidados de salud basados en valor que es la medición de resultados. Definir los indicadores a medir y registrarlos apropiadamente es indispensable para poder hacer un análisis acabado y tomar buenas decisiones.

- ¿Por qué no se cambia a este sistema, a pesar de la crisis de gastos y pagos que genera una deuda progresiva en el sistema de salud?

- La dificultad de hacer esto en los sistemas de salud en general, radica en agregar los datos desde las distintas fuentes que los generan y almacenan. La interoperabilidad de los datos clínicos, operacionales y financieros de una institución, hoy día vale oro y es la única manera de mantener un “negocio prestador de salud”, rentable y sustentable en el tiempo. Es paradójico que todavía no abordemos el negocio de la salud de esta manera, cuando desde hace más de 20 años venimos hablando de Medicina Basada en Evidencia, Políticas Públicas basadas en evidencia, salud en todas las políticas y toma de decisiones en salud informadas por evidencia. Hoy tenemos metodología robusta y excelentes modelos de análisis y evaluación y sin embargo seguimos fallamos en lo fundamental que es registrar toda esta evidencia y ponerla a disposición de la institución y del sistema.

- ¿Qué rol cumple la tecnología en este sentido?

- Parte del valor de una nueva tecnología es saber cómo gestionarla, no sólo a nivel técnico (clínico), sino también en el contexto del sistema de salud en el cuál se va a utilizar (económico). Parte de la responsabilidad del proveedor de la nueva tecnología es asegurarse de que el usuario disponga de la evidencia necesaria para usarla en óptimas condiciones. Para que además de obtener los mejores resultados en cada paciente en el que la utiliza, pueda también medir parámetros de costo-efectividad en el universo de pacientes al que requiere atender oportuna y eficientemente. Si de esta “tecnovigilancia” resulta que la tecnología no está siendo óptimamente utilizada o si su valor agregado no representa efectivamente valor para la institución, podremos negociar, en base a evidencia, condiciones operacionales y contractuales que le aseguren a ambas partes que la utilización de la tecnología se dé en el mejor escenario de prestación. Esto funciona como un engranaje. Porque en la medida que el prestador pueda demostrarle resultados costo efectivos al pagador, podrán negociar entre ellos gestionar compartidamente el riesgo de la prestación.

- ¿Qué pueden hacer las empresas de dispositivos o farmacéuticas para ayudar a instalar el modelo de valor?

- Nuestro interés es que nuestros insumos lleguen a los pacientes que los necesiten pero de buena manera, en las mejores condiciones posibles y obtener los mejores resultados, porque sabemos lo que pueden rendir nuestros productos. Entonces es importante empezar a darnos cuenta de eso y decirle a las instituciones 'nosotros estamos colaborando y queremos ser un partner estraégico en esto' porque la tendencia va para allá y Johnson sabe como hacerlo, porque operamos en muchos paises distintos, tenemos la experiencia de hace años ya en países como EE.UU. o Inglaterra.

- ¿Cómo se llega a tener un sistema sustentable?

- Para que el sistema de salud sea sustentable, cada uno de los actores del sistema debe ser además de sustentable, eficiente en el contexto global del sistema de salud. En esto, todos tenemos que innovar e invertir. Proveedores, prestadores, pagadores y la misma autoridad sanitaria, con políticas de salud que le permitan actuar a cada uno de los actores del sistema. Ojalá, algún día no muy lejano y en beneficio del bien común, logremos hacer una eficiente gestión del valor y podamos hacer que la disminución de los costos de las prestaciones se traduzca en una disminución de los costos para el sistema, de manera de liberar recursos para llegar a más pacientes.  

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