EE.UU.: Médicos piden sacar la comida chatarra de los hospitales
La contradicción es bastante evidente: mientras que médicos, enfermeras y enfermeros velan por la salud de sus pacientes, en la mayoría de hospitales de Estados Unidos, las opciones de alimentación bastante restringidas y se componen, en su gran mayoría, comidas repletas de azúcar y grasas adicionadas. A los acompañantes de los enfermos no les va mucho mejor: pizzas, hamburguesas, pollo frito y jugos azucarados dominan las cafeterías.
Por esta razón, la Asociación Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés) emitió una resolución en el que le hacía un llamado a los centros médicos de todo el país para que “mejorara la salud de los pacientes, el personal y los visitantes, ofreciendo una variedad de comida saludable, que incluya comidas basadas en vegetales que sean bajas en grasa, sodio y azucares adicionados, eliminando las carnes procesadas de los menús y promoviendo bebidas saludables”.
El comunicado, que fue emitido tras su reunión anual, recoge el sentir de 2000.000 profesionales de la salud de Estados Unidos, quienes además, le pidieron a los hospitales y a sus miembros a promover un estilo de vida saludable con el ejemplo. Una de sus propuestas puntuales fue reemplazar las bebidas azucaradas - cuyo consumo se ha asociado a la diabetes y a la obesidad- de las maquinas expendedoras por agua, leche sin endulzantes, y tes y cafés sin azúcar.
Además, la resolución de la AMA pidió eliminar de todos los menús las carnes procesadas, pues existe robusta evidencia científica que relaciona estos productos con el cáncer. De hecho, la Organización de la Salud (OMS) señaló hace unos años que las carnes procesadas, como la tocineta y las salchichas, son “cancerígenas para los humanos” y que, por lo tanto, no existe un máximo recomendado para su consumo. En pocas palabras, la OMS insinuó que deberían reducirse al máximo su presencia de la dieta.
La pelea por comida saludable es de vieja data. En 2002, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association señaló que más de una tercera parte de los 16 mejores hospitales de Estados Unidos tenían contratos con cadenas de comida rápida para ofrecer la comida en sus instalaciones. En 2014, una investigación del Comité de Doctores por una Medicina Responsable (PCRM por sus siglas en inglés) demostró que más del 20% de 208 hospitales investigados servían comida chatarra.
Por otra parte, ya existe evidencia que implementar este tipo de medidas ayuda a mejorar la calidad de vida de pacientes y médicos. Un estudio publicado en 2015 en el diario Preventive Medicine Reports encontró que los 100 hospitales estadounidenses que tenían huertas para pacientes, médicos y visitantes ayudaba a reducir las tazas de obesidad a las que les servían y además, reducía la disparidad de acceso a comidas sanas, frescas con base vegetal en la población.
“Los hospitales que promueven el consumo de frutas, vegetales, granos enteros y frijoles de toda clase reducen los reingresos, el tiempo de recuperación de sus pacientes, y mejoran a largo plazo la salud de sus visitantes, pacientes y equipos médicos”, dijo James Loomis, director médico del Centro Médico Barnard en un comunicado adjunto.
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