Guatemala: Realizan por primera vez cirugía cerebral por medio de estereotaxia

Lunes, 30/01/2017

Esta es una técnica mínimamente invasiva en la que el paciente está consciente durante el procedimiento y que permite el diagnóstico preciso de tumores.

PrensaLibre. Por primera vez en Guatemala se practicó una cirugía cerebral por medio de estereotaxia, una técnica mínimamente invasiva en la que el paciente está consciente durante el procedimiento y que permite el diagnóstico preciso de tumores.

Esta operación se efectuó en el Centro Hospitalario La Paz, zona 14, y estuvo liderada por el neurocirujano Víctor Hugo Trujillo, quien explicó en qué consiste la cirugía estereotáxica, durante El Consultorio, programa en línea de Prensa Libre.

¿Qué es la cirugía por estereotaxia?

Es una operación que utiliza los principios de los planos cartesianos que  permiten identificar un punto en el espacio a través de una fórmula numérica. Este esquema de identificación espacial se traduce a un marco previamente diseñado, el cual, con la ayuda de otras imágenes del cerebro —tomografías—, facilita que el médico localice un  punto específico del órgano.

¿Por qué este procedimiento debe practicarse con el paciente despierto?

En muchas de las cirugías que se hacen por estereotaxia, el médico necesita un monitoreo constante del paciente. No hay mejor forma de monitorizar las funciones del cerebro que mantener a la persona despierta.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza en esta intervención?

Es importante explicar que el cerebro no tiene receptores de dolor, por lo que el especialista puede manipular este órgano sin que se desencadenen molestias. Sin embargo, para operar el cerebro hay que tocar piel, huesos y músculos. Para evitar el dolor en esas áreas, un experto en neuroanestesia debe inhibir el dolor a través de inyecciones.

¿Cuáles son los cuadros clínicos que se pueden tratar con la estereotaxia?

Esta cirugía mínimamente invasiva sirve para hacer un buen diagnóstico en tumores que crecen dentro del cerebro en áreas que controlan funciones vitales, como la respiración. Es decir, si se hace una operación convencional, se puede poner más en riesgo al paciente.

También es útil para tratar el párkinson, ya que médicamente se ha visto que hay centros en el cerebro que controlan el movimiento. Con la estereotaxia se puede llegar a esas zonas y transmitirles calor, esto da como resultado que el paciente deje de tener esos movimientos.

¿Qué pacientes son aptos para esta cirugía?

La selección del paciente debe estar a cargo de un grupo interdisciplinario, en el cual deben participar neurocirujanos, neuroanestesiólogos y neuropsicólogos. No hay una contraindicación particular para ser sometido a una operación estereotáxica con el paciente despierto, excepto las personas con algún trastorno de personalidad o aquellos que no toleren estar conscientes en un quirófano, especialmente porque se coloca un marco de metal alrededor del cráneo que provoca presión.

¿Cuáles son las principales ventajas de la cirugía estereotáxica con el paciente despierto?

El primer beneficio es que se evitan todos los riesgos de la anestesia general, ya que esta llega a todos los órganos y células. En el caso de tumores que están muy dentro del cerebro, con una operación convencional se lesionarían muchos tejidos sanos del cerebro. Otra ventaja es que, al monitorizar minuto a minuto a la persona, hay certeza de que sus capacidades funcionales siguen siendo las mismas que cuando entró al quirófano.

¿Cómo fue en el país la primera cirugía estereotáxica con el paciente despierto?

Esta técnica ya tiene varias décadas de existencia y ha sido una alternativa para tratar y diagnosticar enfermedades del cerebro. Lo novedoso es que recientemente se documentó el primer caso en Guatemala. Se efectuó en una paciente que tenía un tumor cerebral en el tálamo —parte del encéfalo que regula la actividad de los sentidos—, y hubiera sido contraproducente para ella tratar de llegar a esa zona por medio de una operación abierta.

¿Qué tipo de seguimiento se le dio a la paciente?

El proceso duró 2 horas y 15 minutos. Al terminar la intervención la paciente no estuvo en cuidados intensivos, pues clínicamente todo estaba bien. Dos días después ella se pudo ir a casa. Luego de esto, el equipo médico analizó el tipo de tumor y se prescribió el tratamiento más adecuado.

 

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