EE.UU.: Gobierno alerta sobre riesgos de transfusiones de sangre para rejuvenecer

Martes, 26/02/2019
El año pasado surgió Ambrosia, una polémica startup que ofrece el servicio. Los supuestos beneficios no están documentados y podrían tener riesgos.
El Espectador

El año pasado surgió en Estados Unidos una startup cuyo servicio comenzó a ser polémico. Se trata de Ambrosia, una compañía que asegura hacer transfusiones de sangre para rejuvenecer a las personas. A pesar de que Jesse Karmazin, su fundador, señala que el tratamiento funciona, hasta el momento sus beneficios no están documentados. 

Por la polémica generada en la comunidad científica de este país, el gobierno, por medio de un comunicado advirtió los riesgos de esta práctica. "No existe un beneficio clínico comprobado de la infusión de plasma de donantes jóvenes para curar, mitigar, tratar o prevenir estas afecciones, y existen riesgos asociados con el uso de cualquier producto de plasma", señaló Scott Gottlieb, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

A pesar de que en el comunicado el gobierno no señaló a alguna compañía específicamente, es evidente que hace referencia a Ambrosia, ya que es la empresa más conocida en este campo. Las transfusiones de sangre las venden entre los US$ 8.000 y US$ 12.000 y, recientemente, anunció la apertura de clínicas en seis ciudades. 

Hasta el momento, Ambrosia ha transfundido sangre de jóvenes donantes a 150 pacientes de 35 a 92 años, según explica a Business Insider, David Cavalier, jefe de operaciones de la startup. De ellos, 81 participaron en un ensayo clínico, que implicaba la donación de 1,5 litros de plasma de personas entre los 16 y los 25 años durante dos días. Estuvo liderado por el médico David Wright.

Cavelier aclaró que la sangre de los participantes pasó por diversas pruebas para ver los biomarcadores o sustancias biológicas medibles analizaran si estaban sanos o no. A pesar de que Karmazin ha dicho en repetidas ocasiones que el tratamiento funciona, varios científicos lo contradicen. Es el caso de Tony Wyss-Coray, neurocientífico de la Universidad de Stanford líder de un estudio en 2014 sobre plasma joven en ratones, quien dijo en la revista Science que "no hay evidencias clínicas (de que el tratamiento vaya a ser beneficioso) y básicamente estás abusando de la confianza de la gente y de su interés en el tema". 

Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación de Productos Biológicos, aseguró que "preocupa que algunos pacientes estén siendo atacados por actores sin escrúpulos que promocionan los tratamientos de plasma de donantes jóvenes como curas y remedios (...) Las infusiones de plasma pueden aumentar el riesgo de infección o problemas alérgicos, respiratorios y cardiovasculares. Deben usarse solo cuando los beneficios son claros, o como parte de un ensayo clínico bajo supervisión regulatoria apropiada".

La FDA, además, anunció que tomará medidas de cumplimiento contra las "empresas que abusan de la confianza de los pacientes y ponen en peligro su salud con condiciones de fabricación descontroladas o promoviendo supuestos tratamientos que no han sido probados seguros o eficaces". La FDA concluyó resaltando que la ciencia detrás de la propuesta de Ambrosia hasta el momento no es decisiva, aclaró que las pruebas con ratones que arrojaron resultados positivos en cuanto a rejuvenecimiento, se debían a que a parte de la transfusión de sangre también se hizo trasplante de órganos.

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