EE.UU.: Niños migrantes separados de padres podrían tener daños a largo plazo, según médicos

Lunes, 30/07/2018
El Dr. Jack P. Shonkoff, director del Centro sobre el desarrollo del niño de la Universidad de Harvard, publicó una declaración advirtiendo que privar a un niño del apoyo de su cuidador principal puede tener graves repercusiones no solo en el aprendizaje y el comportamiento, sino también en el largo plazo en la salud física.
Deutsche Welle

Los videos de reunificación deberían ser conmovedores. Sin embargo, las imágenes de padres migrantes que se encuentran con sus pequeños por primera vez después de meses de separación a menudo muestran un momento perturbador.

Un ejemplo es el caso del solicitante de asilo guatemalteco Hermelindo Che Coc, quien se encontró con su hijo de seis años en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Él llevaba un globo de cumpleaños y un regalo. Al ver a su hijo, el niño miró hacia atrás con expresión ausente. No hubo atisbo de sonrisas ni gritos de alegría. Su cuerpo estaba rígido, incluso mientas su padre lo abrazaba.

El New York Times reportó historias similares sobre las peores pesadillas de los padres: sus hijos ya no los reconocen mientras buscan a los trabajadores sociales de los refugios en los que estuvieron retenidos después de haber sido separados de sus familias en la frontera.

"Lo principal es darse cuenta de que los niños están muy traumatizados por la separación y por las condiciones a las que estuvieron sometidos en los centro de detención", dice a DW la Dra. Elizabeth Barnert, profesora asistente de pediatría de la Universidad de California (UCLA). "Entonces la reunión es un momento muy confuso e intenso. Los niños sienten felicidad pero también mucha confusión e ira", añade.

La investigación de Barnert se centra en la separación y posterior reencuentro de niños durante la guerra civil de El Salvador. Ella advierte que los chicos pueden culpar a sus padres por haberlos abandonado. "En la psicología de un niño la tendencia natural es pensar: 'Mamá, no me protegiste'", argumenta.

A medida que la administración Trump se acercaba al plazo del 26 de julio ordenado por la corte para unir a los niños con sus padres, lo difícultoso de los reencuentros que se fueron llevando a cabo puso de manifiesto cuánto daño se ha causado a miles de familias. Ahora los médicos advierten que es probable que los menores que fueron separados de sus padres sufran daños físicos, mentales y emocionales a largo plazo.

El Dr. Jack P. Shonkoff, director del Centro sobre el desarrollo del niño de la Universidad de Harvard, publicó una declaración advirtiendo que privar a un niño del apoyo de su cuidador principal puede tener graves repercusiones no solo en el aprendizaje y el comportamiento, sino también en el largo plazo en la salud física.

"Por encima y más allá de la angustia visible, esta experiencia desencadena una respuesta de estrés biológico masivo dentro del niño, que permanece activa hasta que regresa el cuidador familiar", asegura. Shonkoff escribió: "Cada día que no devolvemos a estos niños a sus padres, aumentamos el daño y aumentamos sus consecuencias para toda la vida".

El estrés tóxico aumenta el riesgo de enfermedad, diabetes y cáncer

La Dra. Lanre Falusi, pediatra del Sistema Nacional de Salud Infantil en Washington, trata principalmente a niños inmigrantes. Ella tiene pacientes que llegaron a los Estados Unidos después de experimentar abuso y la amenaza de secuestro. Uno de sus pacientes, un niño de 10 años, fue amenazado de muerte si no se unía a una pandilla.

Ella dice que el estrés extremo de separar a un niño de uno de sus padres exacerba el trauma que estos niños han enfrentado. Cuando eso produce estrés tóxico, las consecuencias pueden ser devastadoras.

"Vemos cambios en sus hormonas del estrés, vemos cambios en el desarrollo de su cerebro. A largo plazo, eso también puede manifestarse en enfermedades de salud mental como PTSD [trastorno por estrés postraumático], ansiedad y depresión. Los niños que han experimentado estrés tóxico tienen mayor riesgo de suicidio a medida que envejecen", dice Falusi a DW.

Los riesgos inesperados para la salud de huir a Estados Unidos

Los partidarios de las duras leyes de inmigración de los Estados Unidos creen que una amenaza creíble de trato severo es la única forma de disuadir a los posibles inmigrantes de cruzar la frontera. Sin embargo, Falusi cree que sus pacientes que huyen de la violencia no ven otra opción.

"Cuando estos padres se llevan a sus hijos y sus pertenencias a la mitad de la noche y huyen, no piensan que tienen otra opción", analiza Falusi en diálogo con DW.

Aunque la administración de Trump cambió de rumbo después de la indignación pública generalizada por las separaciones en la frontera, el giro de la política no hace nada para abordar el daño ya causado ni entrega recursos para solucionarlo.

Barnert dice que es esencial considerar los próximos pasos para los niños después de que hayan sido devueltos a sus padres. Ella dice que es importante que sean evaluados por profesionales de la salud mental y se les ofrezca el tratamiento adecuado.

"Una vez que las familias se hayan reunido, además de necesitar apoyo psicológico, estos niños probablemente tendrán depresión, ansiedad y algún componente del trastorno de estrés postraumático", dice Barnert.

A las familias afectadas que pensaron que habían escapado de lo peor para lograr una vida mejor, Estados Unidos les ofreció más trauma.

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