Uso de anticonceptivos en Bolivia sigue siendo limitado

Miércoles, 18/10/2017
Las mujeres de entre 15 y 19 años son las que menos utilizan métodos de este tipo, según los resultados de la más reciente Encuesta de Demografía y Salud (Edsa 2016).
La Razón

Décadas de trabajo, superando toda clase de obstáculos, desde los financieros hasta los ideológicos y culturales, han permitido que el esfuerzo de muchas instituciones públicas y privadas dedicadas a la promoción de la salud reproductiva de las mujeres se traduzca en un buen conocimiento de los métodos anticonceptivos disponibles. Pero su uso todavía es muy limitado.

La Ministra de Salud compartió días atrás los resultados de la más reciente Encuesta de Demografía y Salud (Edsa 2016), y el capítulo referido al conocimiento y uso de los métodos anticonceptivos deja sentimientos encontrados: 95,7% de las mujeres entre 15 y 49 años de edad conocen uno o varios métodos para evitar embarazos no deseados; sin embargo, el 53,7% de esas mujeres no usa ninguno. Desagregada por edades, las estadísticas muestran que el segmento que más usa métodos anticonceptivos es el de mujeres de 35 a 39 años: el 64,6% usa alguno, 21% de ellas los métodos tradicionales y 43,6% los modernos; similares números muestran los otros segmentos etarios.

Quienes menos usan métodos son las mujeres de 15 a 19 años: 90,6% de ellas no usa ninguno. En este caso particular hace falta cruzar el dato con otros que indiquen si se trata de mujeres sexualmente activas (que estén en edad reproductiva no significa que mantengan relaciones sexuales) y la frecuencia con la que tienen relaciones. Sin embargo, sí se conoce un dato preocupante: en Bolivia, cada día se registran 246 embarazos de adolescentes de 18 años de edad o menos.

Asimismo, la comparación entre los resultados de 2016 y los de la encuesta de 2008 revela que hubo una ligera disminución en el porcentaje de mujeres que no usan algún método (de 58,6% en 2008 a 53,7% en 2016), así como una también ligera disminución en el número de quienes prefieren los métodos tradicionales (de 17,4% a 14%).

Entre las razones que la Ministra de Salud esgrime para explicar la brecha que hay entre conocimiento y uso efectivo de los métodos está el machismo, “que aún se impone en las relaciones de pareja”, lo cual impide que las mujeres decidan por sí solas si usar algún método y cuál, sobre todo considerando que varios de ellos, incluyendo el preservativo masculino y femenino, el dispositivo intrauterino, los implantes, las píldoras anticonceptivas y la píldora del día después, se distribuyen de manera gratuita en los centros públicos de salud.

Urge seguir trabajando en la educación sexual, no solo de las mujeres, sino también de los varones, haciendo énfasis no solamente en los aspectos específicos de la reproducción humana, sino sobre todo en lo referido a las relaciones de pareja, la afectividad y el respeto, que debe construirse desde la más temprana edad. Los anticonceptivos, sumados a la educación, son el mejor modo de evitar los embarazos no deseados y, por consiguiente, los abortos.

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