Cinco enfermedades olvidadas, pero terribles
Cada año, 170.000 personas mueren a causa de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), también denominadas "enfermedades olvidadas". Además, millones de personas han quedado discapacitadas o desfiguradas debido a dichas enfermedades. La mayoría son infecciones parasitarias o bacterianas, aunque también existen infecciones virales.
Del 19 al 22 de abril se llevará a cabo en Ginebra una cumbre de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad de las ETD. En ella, se buscarán maneras para controlar mejor y prevenir estos males, con miras a finalmente erradicarlos.
La OMS ha resumido en una lista 18 de las enfermedades tropicales desatendidas más importantes. Acá describimos cinco de ellas:
Elefantiasis
Esta enfermedad también se conoce como el síndrome del hombre elefante. Debido a una falla en el sistema linfático, una parte del cuerpo se hincha de manera considerable. Normalmente afecta las piernas o los genitales. A continuación, se endurece la piel. Factores hereditarios o deficiencias en el desarrollo pueden ser la causa de este mal. En su forma congénita, los bebés ya sufren las hinchazones en las extremidades. Otra causa es una lombriz, cuyas larvas entran en la piel a través de picaduras de mosquitos y penetran el sistema linfático. Esto lleva a la inflamación y la congestión linfática. Unos 120 millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad, que se encuentra presente en el África subsahariana y en gran parte de Asia. Es crónica, no se transmite de una persona a otra y no tiene cura.
Esquistosomiasis
Los patógenos viven en el agua dulce y pueden entrar en la piel de las personas que entran en contacto con el agua. La esquistosomiasis se encuentra en Brasil, Surinam, algunas partes de Venezuela, África subsahariana y en el suroeste y sudeste de Asia. Normalmente, se trata con remedios para el tratamiento de infecciones con gusanos. Si el mal no se combate a tiempo, la esquistosomiasis puede convertirse en crónica y amenazar la vida de la persona en cualquier etapa de la enfermedad. Alrededor de 200 millones de personas en el mundo están infectadas.
Ceguera de los ríos (oncocercosis)
Esta enfermedad es causada por parásitos trematodos que atacan el tejido conectivo. Ahí expanden las llamadas icrofilarias, que invaden el cuerpo. Los ojos se ven afectados en un 10%. Las personas se quedan ciegas y su esperanza de vida se acorta en 15 años. La ceguera de los ríos se transmite por mosquitos chupadores de sangre. Crean microfilarias que migran hacia la piel y causan dermatitis. Entonces alcanzan los ojos, donde pueden causar un enorme daño. La única terapia posible es la desparasitación en una etapa temprana. No hay vacuna. Alrededor de 40 millones de personas en el mundo sufren oncocerosis. La mayoría de ellas vive en el África occidental y central, así como en América Central y algunas regiones de Sudamérica.
Leishmaniasis
Esta enfermedad es transmitida por mosquitos hembras, aunque también puede contagiarse por transfusiones de sangre o por jeringas infectadas. Hay diversas formas de leishmaniasis: visceral, cutánea y mucocutánea. La visceral afecta a los órganos internos, especialmente el hígado, pero también el bazo. En general, la enfermedad es grave y puede ser mortal, incluso con tratatamiento intensivo.
La leishmaniasis cutánea afecta la piel. Produce mayoritariamente úlceras indoloras. Por lo general, se curan sin medicación, pero pueden producir cicatrices profundas. La leishmaniasis mucocutánea, en tanto, afecta las membranas mucosas y la piel. Se trata de una enfermedad grave. Predominantemente afecta a la garganta y el área nasal. Aproximadamente 12 millones de personas están afectadas y 250 millones están en riesgo en América y Europa, principalmente.
Trypanosomiasis africana (enfermedad del sueño)
La mosca tse-tse es la portadora de la enfermedad del sueño. Su picadura transmite unos parásitos que se expanden por el cuerpo y atacan el sistema nervioso central. Produce graves convulsiones. Si esta enfermedad no se diagnostica inmediatamente y se trata adecuadamente, es casi siempre fatal. Las primeras señales de infección son alteraciones del sueño, inquietud, irritabilidad y letargo. Le pueden seguir epilepsias. Finalmente, los enfermos entran en un estado de coma que termina fatalmente. Gracias a estrictos trabajos de control y prevención, se ha logrado reducir considerablemente el número de afectados, que hoy es de aproximadamente 30.000 personas. Sin embargo, unas 70 millones de personas en Africa Central están en riesgo. No hay vacuna.
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