Con el pasar del tiempo el sistema de salud de Colombia necesita cada vez más recursos. Mientras que en 2017 el presupuesto con el que funcionó fue de $23,3 billones (US$7.161 millones) y en 2019 fue de $29,5 billones (US$9.000 millones), en 2020 esa suma ascendió a $31,8 billones (US$9.770 millones), un monto mucho mayor del que recibirán la mayoría de sectores. 

La mayoría de ese dinero, que en comparación al 2019 creció 8,12%, está destinado al Ministerio de Salud. La cartera, que por ahora está a cargo del viceministro Iván Darío González tras la renuncia de Juan Pablo Uribe, necesita $30 billones para que el sistema funcione de manera correcta. De esa suma, $19,3 billones serán para los regímenes subsidiado y contributivo.

Además, como explica el Minsalud en un comunicado, “se girarán las transferencias que la Nación hace a las entidades territoriales a través de sistema general de participaciones para el régimen subsidiado, la salud pública y el subsidio a la oferta”. Para ello se requerirán $10 billones (US$3.000 millones).

Por otro lado, $371 mil millones (US$114 millones) serán destinados a “los proyectos orientados al mejoramiento de la red de urgencias, la atención de enfermedades catastróficas y las reclamaciones de accidentes de tránsito No Soat”.

La ley de residentes y las becas crédito también tendrán una porción de la torta (US$38 millones), así como el Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas – PAPSIVI (US$6 millones).

“El monto restante”, dice el Ministerio, “se destinará a la financiación de otros programas prioritarios en salud pública”.

Para su funcionamiento, el Minsalud recibe $547 mil millones (US$168 millones). La Superintendencia Nacional de Salud, $68 mil millones (US$20,9 millones); el Invima, $67 mil millones (US$20,5 millones); el Instituto Nacional de Salud, $26 mil millones (US$7,9 millones); el Fondo de Previsión del Congreso, $191 millones (US$58.000), y el Fondo Pasivo Social de Ferrocarriles, $2.317 millones (US$711.000).