Los carros no asegurados o no identificados se han convertido en un verdadero problema para el Estado. Los accidentes que ocasionan están aumentando y los costos de la atención médica que deben recibir los pacientes y las indemnizaciones están representando una importante grieta financiera para el Estado. En cifras más precisas, $156.610 millones (US$ 49 millones) en 2017, casi la mitad del presupuesto con el que se ha tenido que defender Colciencias este año.

Los accidentes generados por los llamados comúnmente “carros fantasmas” crecieron 8% en 2017. En total, según la Administradora de Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), 99.836 personas fueron atendidas, mientras que en 2016 esa cifra fue de 92.693.

El número más inquietante es el de Bogotá. En la capital hubo 18.511 víctimas. En Atlántico, 17.312; en el Valle, 14.993 y, en Córdoba, 7.832. Todos recibieron atención médica en algún centro de salud al que, posteriormente, tuvo que pagar la Adres.

Como lo dijo Carlos Mario Ramírez, director de la Adres, a través de un comunicado, “cuando pasa este tipo de accidentes, el Estado cubre los gastos médicos de los afectados hasta por 800 salarios mínimos diarios legales vigentes y las indemnizaciones por muerte y gastos funerarios por un monto equivalente a 750 salarios mínimos diarios legales vigentes a la fecha del fallecimiento”.

Quienes sean familiar de alguna de las víctimas, así como hospitales y clínicas que han brindado servicios a estos tipos de pacientes, tienen hasta tres años para presentar sus reclamaciones ante esa entidad.