Malaria resistente a múltiples fármacos se propaga en el sudeste asiático
Una cepa de malaria resistente a los dos principales fármacos usados en su tratamiento se ha extendido desde Camboya y se ha vuelto dominante en Vietnam, Laos y el norte de Tailandia, con una "perspectiva aterradora" de propagación por África, advirtieron científicos.
Usando vigilancia genómica para seguimiento de la propagación de la malaria resistente a los fármacos, investigadores descubrieron que la cepa, conocido como KEL1/ PLA1, había evolucionado y adquirido nuevas mutaciones genéticas que la pueden hacer aun más resistente.
"Descubrimos que se había propagado agresivamente, desplazando a los parásitos locales de la malaria y que se convirtió en la cepa dominante en Vietnam, Laos y el noreste de Tailandia", dijo el doctor Roberto Amato, quien trabajó con un equipo del Instituto Sanger de Cambridge, de la Universidad de Oxford y de la Universidad Mahidol de Tailandia.
Hay un riesgo mayor de que esta nueva cepa amenace el África subsahariana, donde se dan la mayoría de los casos de malaria y muertes, principalmente entre bebés y niños.
"Es capaz de invadir nuevos territorios y adquirir nuevas propiedades genéticas, lo que agrava la aterradora posibilidad de que pudiera extenderse a África (...), como lo hizo la resistencia a la cloroquina en la década de 1980, contribuyendo a millones de muertes", dijo el doctor Olivo Miotto de la Universidad de Oxford, quien codirigió el trabajo.
La malaria es causada por los parásitos Plasmodium, que son transportados por mosquitos y se propagan a través de sus picaduras de sangre.
Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, casi 220 millones de personas se infectaron con malaria en 2017, y 400.000 sucumbieron a ella.
La malaria puede tratarse con medicamentos si se detecta a tiempo, pero la evolución de la resistencia a los medicamentos, como la propagación de la malaria resistente a la cloroquina en Asia y África desde finales de la década de 1959 hasta la de 1980 ha dificultado los esfuerzos para eliminarla.
El tratamiento de primera línea en muchas partes de Asia en la última década ha sido una combinación de dihidroartemisinina y piperaquina, también conocida como DHA-PPQ.
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