malaria

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El fármaco que tiene décadas de antigüedad y es utilizado para tratar a pacientes con malaria, podría ser útil para enfrentar la actual pandemia.
La hidroxicloroquina ya ha sido probada en ensayos chinos y coreanos, mientras en EE.UU. también anuncian que el fármaco podría ayudar a los pacientes con el nuevo virus.
el fármaco está entre los antipalúdicos más eficaces que se utilizan actualmente, pero se han encontrado casos resistentes.
Solo en 2019 se han reportado en el país más de 74.409 casos de la enfermedad, subiendo de las 50.000 registradas en 2015.
Los cambios en las defensas del cuerpo humano también aumentan la vulnerabilidad a enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
En una nueva investigación, se descubrió que el microbioma intestinal del mosquito vector influencian el desarrollo del parásito que causa la enfermedad.
En su edición anterior, en 2016, la conferencia recaudó US$ 12,9 millones en Canadá.
La molécula, sintetizada por la farmacéutica GSK, inhibió una proteína esencial para el ciclo de vida de tres especies de parásitos que provocan la enfermedad.
Se trata de la llamada RTS,S, la más avanzada contra la enfermedad y que se espera sea implementada este año en África subsahariana.
Usando vigilancia genómica para seguimiento de la propagación de la malaria resistente a los fármacos, investigadores descubrieron que la cepa, conocido como KEL1/ PLA1, había evolucionado y adquirido nuevas mutaciones genéticas que la pueden hacer aun más resistente.
La organización también destacó que Venezuela es uno de los países en peor situación combatiendo la enfermedad.
Aunque la mayoría de las vacunas tienen patógenos inactivados, la primera vacuna aprobada para ensayos de gran escala de esta enfermedad no es así.
En estos momentos la artemisinina es la principal opción para el combate de la enfermedad.
El país registró cero infecciones de la enfermedad en su territorio en 2017 y espera eliminarla para el 2020.
Se piensa que la resistencia a fármacos antimaláricos se debe principalmente a cambios en el genoma del parásito. Sin embargo, P. falciparum también puede desarrollar resistencia como resultado de cambios epigenéticos (es decir, cambios en la expresión de genes que no implican alteraciones en la secuencia del ADN), según un nuevo estudio.
Un equipo de científicos estadounidenses ha identificado sustancias capaces de reducir la sed de sangre de los mosquitos. Los expertos sugieren que esta nueva estrategia podría suponer un antes y un después en la prevención de enfermedades infecciosas transmitidas por estos vectores.
Las migraciones, la minería ilegal y el Fenómeno del Niño preocupan a los expertos que temen una crisis.
Un consorcio ha analizado medio millón de moléculas en la búsqueda de compuestos capaces de bloquear la infección hepática del parásito de la malaria y evitar que pase a la sangre. El equipo ha usado un enfoque abierto, que permite compartir los resultados, y ha obtenido una lista de 631 compuestos, de los que podría obtenerse una inmunización.
La malaria es la enfermedad tropical parasitaria transmitida por mosquitos más importante y mortífera del mundo y mata a aproximadamente 1 millón de personas y afecta hasta a 1.000 millones de personas en 109 países de África, Asia y América Latina.
La propagación de la enfermedad estaría relacionada a la migración y la minería ilegal en la zona.