Un estudio reciente encontró que por cada hora que el tratamiento de la sepsis se demora, la posibilidad de muerte del paciente aumenta en 4%. En EE.UU., 258.000 mueren anualmente debido a ella y 1,6 millones la sufren.
La nueva prueba, llamada TZA, produce resultados en una semana en comparación con las dos semanas necesarias utilizando el examen previo (Q-VOA), y a un tercio del costo.