El virus MERS fue identificado por primera ocasión en el 2012 y se han reportado más de 2.000 casos a la Organización Mundial de la Salud, incluyendo 710 fallecimientos.
El virus BAM35 pertenece a un grupo poco estudiado que puede infectar tanto a bacterias patógenas para los seres humanos como a otras que son utilizadas como biopesticidas.
El hallazgo podría permitir fabricar "materiales de embalaje" nanomédicos súper duros y ser usados para llevar moléculas medicinales a partes específicas del cuerpo.
Según los investigadores, esa información tiene implicaciones para el control de infecciones en hospitales y particularmente con el tratamiento de personas con fibrosis quística.
El descubrimiento favorece el diseño de fármacos antivirales que inhiban el autoensamblaje de virus, o que degraden las propiedades mecánicas que ayudan a su supervivencia.
Estos animales tienen anticuerpos especiales, por lo que se está estudiando la posibilidad de utilizarlos en tratamientos específicos para esta enfermedad, a menudo mortal.