autismo

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Investigadores han identificado un segmento genético corto que es crucial para el desarrollo del cerebro y el procesamiento de la información.
El IPN trabaja en fármacos para mejorar la calidad de vida de pacientes con este trastorno.
Las personas autistas tienden a encerrarse en su propio mundo y no logran desarrollar empatía ni interés hacia las emociones de los demás.
Más de 600.000 niños fueron parte de un estudio que abarcó 20 años y volvió a confirmar lo que otros habían afirmado anteriormente.
La identificación se basa en los movimientos del niño en la sala de diagnóstico y en su interacción con el médico.
Un defecto en la proteína CPEB4 podría actuar como nexo entre los factores ambientales que alteran el desarrollo del cerebro y los genes que predisponen a este trastorno.
Investigadores españoles han participado en un estudio internacional que identifica diversas variantes genéticas relacionadas con el autismo. Dichas modificaciones perfilan un nuevo paisaje genético para el espectro autista. Los resultados se publican esta semana en Science.
El equipo puede incluir además de un médico a un psicólogo, un terapeuta del habla, un terapeuta ocupacional y un maestro.
El proyecto forma parte del plan de formación sobre habilidades de cuidadores de la OMS.
La iniciativa, aprobada anoche y girada a Diputados, fue presentada por la senadora Magdalena Sierra.
El jefe de Asuntos Médicos y Científicos para América Latina de Pfizer destaca la importancia de ellas puesto que han permitido mantener a raya a diversas enfermedades durante años, mismas que ahora vuelven a resurgir en parte por los llamados grupos anti vacunas.
En el caso del modelo Nao, el precio de estos dispositivos ha disminuido de US$ 14.300 que costaban en 2013 a US$ 6.900.
En el país solo el 30% de las unidades familiares con un miembro con la enfermedad ha visitado alguna vez un servicio genético. De ellos, los casos que se han sometido al análisis genético recomendado se reducen al 13%.
Un nuevo análisis muestra que los individuos con altos niveles de variación genética y elevada exposición al ozono en el medio ambiente corren un riesgo aún mayor de desarrollar autismo de lo que se esperaría, al sumar los dos factores de riesgo.
Hasta la fecha no existen terapias para tratar esta gama de trastornos del desarrollo cerebral.
Una investigación siguió a 95.754 niños nacidos entre 1999 y 2009, incluyendo 583 casos de la enfermedad identificados en Noruega a través de un estudio de cohorte sobre autismo al nacer.
Expertos de Universidad Cayetano ponen a disposición del Minsa tecnología barata y rápida.
El trastorno por espectro autista afecta a uno de cada 68 niños en el mundo, pero los síntomas no aparecen hasta que tienen dos o más años.
El software permite descubrir el espectro antes de los 3 años lo que ayuda aplicar terapias lo más pronto posible.
En un modelo animal, el uso del fármaco logró que la producción de proteínas en el cerebro volviese a niveles típicos, las conexiones cerebrales fueran reparadas y se mostraran patrones de comportamiento normales.