Hito: Evidencia apunta a que se podría tratar el autismo desde el intestino
Expertos han pedido estudios a gran escala sobre la alteración de la composición de las bacterias en el intestino, después de una revisión mostró que esto podría reducir los síntomas del trastorno del espectro autista (TEA). Hasta ahora, los cuidadores han confiado en la rehabilitación, las intervenciones educativas y las drogas para reducir síntomas de TEA, pero ahora los investigadores sugieren que el tratamiento de esta condición podría ser tan simple como cambiar su dieta.
Una revisión de más de 150 artículos sobre TEA y bacterias intestinales encontró que desde la década de 1960, los científicos han estado informando de los vínculos entre la composición de las bacterias en el intestino y el comportamiento autista. La revisión destaca muchos estudios que muestran que la restauración de un equilibrio saludable en las bacterias intestinales puede tratar los síntomas del TEA.
"Hasta la fecha no hay terapias eficaces para tratar esta gama de trastornos del desarrollo cerebral", explica el Dr. Qinrui Li de la Universidad de Pekín, China. "El número de personas que son diagnosticadas con TEA está en aumento. Además de ser una condición costosa para manejar, TEA tiene un enorme costo emocional y social para las familias de los enfermos".
El vínculo entre el intestino y el TEA es bien conocido entre los enfermos: problemas como diarrea, estreñimiento y flatulencia son comúnmente reportados. La raíz de problemas gastrointestinales como estos es un desequilibrio de las bacterias "buenas" y "malas" en el intestino.
¿Un tratamiento barato y efectivo?
Muchos de los artículos revisados apoyan la idea de un eje del intestino-cerebro, una manera en la cual los factores en el intestino pueden afectar procesos en el cerebro. Así que estos problemas gastrointestinales pueden tener un lado más siniestro. El crecimiento excesivo de las bacterias malas en el intestino inevitablemente conduce a una sobreproducción de subproductos, incluyendo toxinas. Estos pueden hacer que el revestimiento intestinal sea más permeable. Luego toxinas, subproductos e incluso alimentos no digeridos pueden entrar en el torrente sanguíneo y viajar al cerebro.
En un niño menor de tres años de edad, cuyo cerebro está a la altura del desarrollo, la presencia de estos productos químicos puede perjudicar el neuro-desarrollo, lo que lleva a la TEA.
¿Qué causa que los bebés desarrollen un desequilibrio en la microbiota intestinal?
"Es probable que el TEA sea el resultado de factores genéticos y ambientales", explica el Dr. Li. "Los factores ambientales incluyen el uso excesivo de antibióticos en los bebés, la obesidad materna y la diabetes durante el embarazo, la forma en que se administra el bebé y la duración del amamantamiento. Todas estas pueden afectar el equilibrio de las bacterias en el intestino del lactante".
Sin embargo, los investigadores encontraron un cuerpo significativo de evidencia de que el revertir la microbiota del intestino a un estado sano puede reducir síntomas del TEA.
"Los esfuerzos para restaurar la microbiota del intestino a la de una persona sana ha demostrado ser realmente eficaz", continúa el Dr. Li. "Nuestra revisión trató de tomar probióticos, prebióticos, cambiar la dieta, por ejemplo, a dietas sin gluten y sin caseína, y los trasplantes de materia fecal, todos tenían un impacto positivo en los síntomas". Estos incluyen cosas como una mayor sociabilidad, una reducción de la conducta repetitiva y una mejor comunicación social: todo muy beneficioso para la vida de un enfermo de TEA.
El mensaje de esta revisión es uno de positividad. Esto podría ser un gran avance en el tratamiento de este trastorno. Sin embargo, los investigadores creen que los estudios son muy pocos y demasiado pequeños, y que nuevos ensayos clínicos son necesarios para llevar esta investigación al siguiente nivel.
"Estamos alentados por nuestras conclusiones, pero no hay duda de que hay que seguir trabajando en este campo", dice el Dr. Li. "Necesitamos estudios mejor diseñados ya mayor escala para apoyar nuestra teoría. Por ahora, las terapias conductuales siguen siendo la mejor manera de tratar el TEA. Esperamos que nuestra revisión conduzca a la investigación sobre el vínculo entre la microbiota intestinal y TEA, y eventualmente un tratamiento barato y eficaz".
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