Se trata de un brazo que permite mayor precisión al cirujano principal a cargo de la intervención y que podría llegar a utilizarse en otro tipo de cirugías.
La fama de los cirujanos mexicanos fue creciendo y esto llevó a muchos individuos obesos provenientes de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica e incluso Europa a buscar la atención de los cirujanos mexicanos, que tienen entrenamiento formal, están certificados por las autoridades del Colegio y la Secretaría de Salud, y trabajan en hospitales que cuentan, asimismo, con la Certificación de la Cofepris.
Los investigadores buscan utilizar esta información en su estudio para crear un curso de capacitación de simulación centrado en evitar errores cognitivos.
Esto señaló la institución colombiana ante la advertencia mundial emitida por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos sobre los riesgos de este tipo de procedimientos en estas personas.
Al reducirse la capacidad del estómago y derivarse la ingesta en el intestino delgado de una forma más directa al área de absorción, el alcohol es absorbido en sangre casi triplicando el ritmo al que respondería una persona no operada y, por tanto con un estómago, de mayor capacidad.
Con cursos, se capacitara a alrededor de 200 médicos asistentes y busca, entre otros, proyectar un incremento del número de turnos y de cirugías durante el presente año y el próximo 2019.
Un estudio sugiere que las tasas de éxito de los cirujanos precolombinos en las operaciones de cráneo eran muy altas: hasta 80% durante la era Inca, en comparación con un 50% durante la Guerra Civil Norteamericana, cerca de 400 años después.