Estudio: Bajas temperaturas aumentan riesgo de muerte
Muchos jóvenes creen que llevar ropa de invierno compromete su estilo y rehúsan abrigarse sin importarles el tiempo, pero un estudio chino muestra que la forma de vestir puede ser una cuestión de vida o muerte.
Según el estudio, la mejor temperatura, aquella con la tasa de muerte más baja, debe ser 22,8 grados centígrados. Las temperaturas más cálidas o más frías están relacionadas con un aumento del riesgo de muerte y enfermedad. Pero los efectos de las temperaturas más bajas duran más tiempo y son más severos que los anotados con las más altas.
Los investigadores del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China y la Universidad Fudan en Shanghai analizaron 1.826.186 muertes no accidentales ocurridas en 272 ciudades chinas distribuidas en cinco zonas climáticas entre 2013 y 2015.
Las causas de muerte incluyeron enfermedades cardiovasculares, coronarias y respiratorias, derrames cerebrales, y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
Los investigadores clasificaron las temperaturas en cuatro categorías: frío extremo (de 6,4 grados centígrados bajo cero a 1,4 grados bajo cero), frío moderado (de 1,4 grados centígrados bajo cero a 22,8 grados), calor extremo (de 29 a 31 grados centígrados) y calor moderado (de 22,8 a 29 grados centígrados).
Ellos descubrieron que un 14,33% de las muertes fueron atribuidas a temperaturas altas o bajas, entre las cuales los riesgos más altos estaban relacionados con el frío moderado y el calor moderado, que representaron un 10,49 y 2,08%, respectivamente.
Cuando subieron las temperaturas, el riesgo de muerte caía rápidamente al principio, y después se recuperaba lentamente tras alcanzar 22,8 grados centígrados. Los riesgos de frío extremo duraban más de 14 días, mientras que los de calor extremo surgían inmediatamente y duraban sólo entre dos y tres días.
El líder del estudio, Kan Haidong, señaló que los efectos del frío sobre el sistema cardiovascular estaban relacionados con cambios en el sistema nervioso autónomo, la presión sanguínea y la respuesta inflamatoria. Los efectos sobre el sistema respiratorio podrían deberse al aumento de infecciones respiratorias en los días fríos.
Los investigadores también descubrieron que las tasas de mortalidad relacionadas con las temperaturas eran más altas entre la población envejecida (de 75 años o mayor), los niños y las mujeres.
Los riesgos de muerte y enfermedad eran más prominentes en las zonas climáticas monzónica templada y subtropical, y en las ciudades con una alta tasa de urbanización y un corto período de calefacción central.
Los hallazgos pueden ayudar a mejorar las prácticas clínicas y de salud pública para reducir los riesgos de la salud relacionados con el tiempo anormal actual y futuro causados por el cambio climático, de acuerdo con el estudio publicado en la última edición de la revista British Medical Journal.
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