Los patos de hule, el juguete de baño que tiene más bacterias
Los patos de hule, uno de los juguetes más populares a la hora del baño de los niños, es un potencial de bacterias. Así lo reveló un estudio realizado por investigadores estadounidenses y suizos, en el que revelan que al interior pueden almacenar “bacterias potencialmente patógenas” que causan infecciones en los ojos, los oídos y el estómago.
El estudio realizado por el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas, ETH Zurich y la Universidad de Illinois, muestra cómo los baños calientes y húmedos proporcionan las condiciones para fomentar el crecimiento de bacterias y hongos, liberando un líquido que puede causar infecciones en los ojos, los oídos y el estómago.
Los investigadores analizaron 19 juguetes de baño y encontraron en ellos 75 millones de células de bacterias por centímetro cuadrado. El que más microbios alberga es el pato de hule. Esto se debe, según los investigadores, por el material en que son fabricados, pues al tener contacto con el agua libera carbono que actúa como un nutriente para las bacterias.
“El agua que salió de cuatro de cada cinco patos probados tenía la bacteria Legionella junto con la Pseudomonas aeruginosa, a menudo asociada con infecciones adquiridas en hospitales. Además del suministro de nutrientes, el agua sucia del baño sirve como una fuente adicional de siembra microbiana para estos juguetes", explicaron los investigadores.
Concluyeron que la mejor solución para evitar que se sigan proliferando las bacterias en estos juguetes de baño, es mejorar la calidad con la que se fabrica.
Otros objetos que contienen un alto nivel de bacterias
Hace un año una investigación en Alemania reveló que las esponjas de la cocina albergaban más de 350 especies diferentes de bacterias. Para ese momento, Markus Egert, microbiólogo de la Universidad de Furtwangen en Alemania, le dijo al The New York Times que era la misma densidad de bacterias que se podrían encontrar en las heces humanas.
El celular también es una fuente de bacterias. Charles Gerba, un microbiólogo de la Universidad de Arizona, descubrió en 2012 que podría tener bacterias 10 veces mayor que la mayoría de los inodoros.
Las tablas de cortar alimentos contienen 200 veces más bacterias fecales que un asiento de un inodoro, explicó Gerba a la BBC. Además, los secadores de manos no se quedan atrás. Según un estudio realizado en 2000, estos tienen la misma cantidad de microbios que albergan las toallas de mano.
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