Relacionan la contaminación con los episodios psicóticos adolescentes

Lunes, 08/04/2019
La investigación del King’s College, en Londres, fue realizada con los datos del estudio E-Risk, financiado por el Medical Research Council del Reino Unido, que incluye datos de 2.232 niños y adolescentes nacidos en Inglaterra y Gales.
El Espectador

Investigadores del King’s College, en Londres, acaban de lanzar una investigación en la que dan evidencia, por primera vez, sobre la relación que existiría entre experiencias psicóticas en la adolescencia y la polución del aire.

La investigación fue realizada con los datos del estudio E-Risk, financiado por el Medical Research Council del Reino Unido, que incluye datos de 2.232 niños y adolescentes nacidos en Inglaterra y Gales.

Cuando cumplieron 18 años, los adolescentes fueron entrevistados de manera privada sobre posibles episodios de psicosis que hubieran experimentado, a través de preguntas como “¿has escuchado voces que otros no escuchan?” o “¿has pensado que te siguen, espían u observan?”. De esta manera, los investigadores buscaban esclarecer si los jóvenes habían experimentado los dos síntomas más comunes de esta enfermedad: las alucinaciones (percibir algo que no está allí) y los delirios (falsas creencias).

Luego, cruzaron las respuestas con los lugares en los que estos jóvenes vivían y habían crecido el año inmediatamente anterior (sus direcciones de casa y otros dos lugares en los que pasaban mucho tiempo), y con los estimados de niveles de contaminación para esas áreas.

Así, los investigadores encontraron que “las experiencias psicóticas fueron significativamente más comunes entre los adolescentes con mayor exposición al dióxido de nitrógeno (NO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas muy pequeñas, o material particulado PM2.5, incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo conocidos de la psicosis”, informó el King’s College.

Según los datos del estudio –el primero a gran escala en el Reino Unido–, el 60% de las asociaciones se relacionaron con la presencia de dióxido de nitrógeno y óxido de nitrógeno.

La doctora Joanne Newbury, quien lideró el estudio, señaló que “aunque el estudio no pudo mostrar que los contaminantes causaron que los adolescentes tuvieran experiencias psicóticas, nuestros hallazgos sugieren que la contaminación del aire podría ser un factor contribuyente en el vínculo entre la vida en la ciudad y las experiencias psicóticas”.

Es decir: si bien no se halló una relación de causa y efecto entre la polución y los episodios psicóticos, lo que encontró el estudio fue que, en áreas contaminadas, estos episodios eran más comunes, lo que indicaría que la contaminación podría ser uno de muchos factores que inciden en estas afecciones.

Para encontrar datos más contundentes, tendrían que realizarse más investigaciones para entender si existen mecanismos biológicos que vinculen la contaminación del aire con las experiencias psicóticas, y que descarten posibles factores que hayan incidido en estos datos, como la contaminación acústica.

Frank Kelly, profesor de salud ambiental en King's College y coautor del estudio, recordó que los niños y los jóvenes son más vulnerables a los impactos en la salud de la contaminación del aire debido a que sus cerebros y sistemas respiratorios aún están en formación.

“Dado que el 70% de la población mundial vivirá en ciudades para 2050, descubrir los mecanismos que unen el entorno urbano con la psicosis debería ser una prioridad de salud urgente", acotó Kelly.

Helen Fisher, co-autora del estudio y miembro del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del Consejo para la Investigación Económica y Social, explicó que “los trastornos psicóticos son difíciles de tratar y suponen una gran carga para las personas, las familias, los sistemas de salud y la sociedad en general. Al mejorar nuestra comprensión de lo que conduce a las experiencias psicóticas en la adolescencia, podemos tratar de solucionarlos temprano y evitar que las personas desarrollen trastornos psicóticos y otros problemas graves de salud mental”.

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