Con una mayoría de votos en el senado, la ley podría ser derogada, pero las consecuencias para la industria podrían ser negativas. 

Heather Caspi, Healthcaredive. El Partido Republicano de Estados Unidos lleva seis años luchando contra la Ley de Cuidado de la Salud Accesible (ACA por sus siglas en inglés) conocida popularmente como Obamacare, y con Donald Trump como presidente electo, ya tienen una oportunidad de quitarla.

Este seguro de salud ha tenido relevancia porque entregó cobertura a más de 20 millones de personas en el país.

Cuando Trump asuma el cargo de presidente en enero, debería tener una mayoría arrolladora en el senado por 60 votos para derogar la ACA, pero la mayoría de los republicanos en la cámara no es tan amplia como para alcanzar esa cifra.

El año pasado, los republicanos utilizaron el proceso de reconciliación para bloquear los fondos que sostienen el ACA. Ganaron la votación, que sólo requiere una mayoría normal, pero el proyecto fue vetado por Obama, algo que no ocurriría en un escenario con Trump presidente. Aún así, no es seguro que todos los republicanos votarán por algo así cuando se trata de realmente eliminar una ley y no solo una manifestación de opinión.

Como señaló Vox, ese plan incluía un período de transición de dos años para dar tiempo a los formuladores de políticas para determinar qué implementar en lugar de la ACA, lo cual sería presumiblemente el caso si se intenta evitar una interrupción repentina e impopular.

El New York Times sugirió que un enfoque fragmentado podría mantener algunos aspectos positivos de la reforma de salud, pero podría tener el potencial de desordenar el sistema.

Reacciones de la industria de la salud

Varias organizaciones han sugerido que con o sin el ACA, el modelo de salud basado en valor, estaría aquí para quedarse.

La alianza de proveedores de atención médica Premier señaló que espera ver a la industria basarse en reformas como MACRA y apoyar modelos alternativos de pagos eliminando las regulaciones anticuadas que desalientan la innovación y la rendición de cuentas. La asociación comercial AMGA también expresó su apoyo a la continua transición hacia el pago basado en valores.

Según Fitch Ratings, el impacto de las políticas de Trump no puede predecirse en este momento, dado que no se han articulado suficientemente. Sin embargo, aseguró que derogar o reemplazar el ACA sería negativo para los proveedores de salud, porque la ley trajo más pacientes asegurados. El mismo efecto, agregó, se podría presentar en menor medida para las farmacéuticas, porque menos personas comprarían los medicamentos, pero aún así estas compañías tienden a ver menos obstáculos respecto a lo que habría sido una presidencia de Clinton.

Fitch cree que la perspectiva fundamental de la industria de la salud corporativa del país sigue siendo positiva a pesar de la votación, apuntando a que la demanda puede crecer orgánicamente por cambios demográficos y mercados emergentes.

¿Puede Trump destruir el Obamacare?

Según comentan desde STAT, es imposible saber exactamente qué forma tendrá la plataforma de salud del Partido Republicano. Trump lanzó un plan de atención médica durante su campaña, mientras que los líderes republicanos han estado trabajando en un reemplazo de Obamacare durante los últimos años, ya que varias amenazas legales ponen en peligro el futuro de la ley.

Cabe destacar que más de 20 millones de personas han obtenido cobertura de seguro bajo ella, a través de seguros privados comprados en sus mercados, la expansión de Medicaid y varias disposiciones como la que permite a los niños permanecer en el plan de salud de sus padres hasta los 26 años. La proporción de la nación no asegurada está en un punto bajo histórico.

El mayor desafío para el nuevo gobierno y los republicanos será qué hacer con ellos.

Si el nuevo gobierno deroga los mercados de la ley y los subsidios fiscales proporcionados para ayudar a las personas a pagar por seguros, un número sustancial de personas probablemente perdería cobertura. Los republicanos han querido convertir Medicaid en un programa de subvenciones en bloque, con cada estado recibiendo una cantidad fija de dólares y más libertad para estructurar el programa a su gusto, y muchas estimaciones creen que también conduciría a una reducción de la cobertura. Sin embargo, los líderes republicanos han reconocido previamente que es probable que algunas partes de la ley permanezcan.

¿Cómo desarrollarán los republicanos el sistema de atención de salud propio?

Obamacare tenía más capas de las que se podría creer. Cambió la forma en que Medicare paga por la atención hospitalaria, creó un fondo de salud pública destinado a programas que se centrarían en la prevención de problemas de salud en lugar de tratarlos, y estableció una agencia federal diseñada para probar nuevas formas de brindar atención de salud.

Los republicanos ahora tendrán su propia oportunidad de moldear el panorama de la atención médica a su gusto. Han estado hablando durante mucho tiempo acerca de permitir que el seguro se venda a través de líneas estatales o apuntalar las pools de alto riesgo para que las personas enfermas todavía puedan obtener algún tipo de cobertura. Quieren ampliar el uso de las cuentas de ahorro de salud y cambiar la forma en que el código tributario trata el seguro de salud.

Ellos creen que esas políticas ayudarían a mitigar las pérdidas de la derogación de la expansión de la cobertura de la ACA.

Pero a partir de ahí, es difícil saber lo ambiciosos que serán los republicanos. Algunos expertos en política han especulado que podrían mantener la agencia de innovación y usarla para sus propios fines, como proba, también, parcialmente la privatización de Medicare.