EE.UU.: Tesoro anula fusión entre Pfizer y Allergan y evita fuga de impuestos
La transacción, anunciada en noviembre, buscaba reducir la carga tributaria de Pfizer mediante el cambio de domicilio fiscal del gigante farmacéutico a Irlanda -país en el cual "reside" Allergan PLC-, pero medidas del gobierno norteamericano para detener la fuga de impuestos bloquearon la compra por US$ 160 mil millones.
Cluster Salud. Desde 1982, cuando la empresa norteamericana McDermontt Inc cambió su domicilio a Panamá, más de 50 firmas estadounidenses han realizado fusiones con compañías extranjeras con el fin de modificar su domicilio, según la publicación de Bloomberg.
Las empresas aplican esta estrategia con el objetivo de reducir su carga fiscal, ya que Estados Unidos tiene una de las más altas del mundo, con un 35% aplicado al total de las ganancias, incluyendo las obtenidas más allá de su territorio. En julio del 2014, esta práctica fue catalogada por el presidente Barack Obama como "una laguna fiscal antipatriótica" e instó al Congreso a detenerla. Por otro lado, el presidente de la farmacéutica estadounidense, Ian Read, considera que la alta carga fiscal en su país de residencia es una desventaja competitiva frente a compañías extranjeras con impuestos más bajos.
Las medidas adoptadas por el Departamento del Tesoro este lunes buscan evitar que "inversores seriales" -compañías que realizan transacciones de esta índole con frecuencia en el último período- puedan fusionarse con firmas norteamericanas -y modificar el domicilio fiscal de estas- ya que exige que la corporaciones extranjeras posean un capital de al menos un cuarto del tamaño de estas.
El cambio aplicado esta semana está en que para medir el capital extranjero de una compañía ya no se tomarán en cuenta los últimos 3 años de negociaciones realizadas con corporaciones estadounidenses, reduciendo de esta manera su capital y participación en la fusión.
En el caso particular de Pfizer y Allergan, la firma irlandesa, responsable de fármacos como el Botox, cumplía con el requisito en noviembre del 2015 cuando se acordó la transacción, pero descontando las inversiones realizadas por Allergan en el último período -Laboratorios Forest en 2014, Actavis y Warner Chilcott en 2015- su capital se reduce considerablemente y queda por debajo del requerimiento norteamericano, lo que llevo a anular la negociación.
Cabe destacar que, en concordancia con la alta tasa tributaria, la totalidad de la industria farmacéutica estadounidense recibió en 2014 alrededor de US$ 127 mil millones entre distintos programas gubernamentales como Medicare, Medicaid, VA y Tricare. En contraste, si Pfizer concretaba su fusión con Allergan y considerando la carga fiscal irlandesa del 12,5%, evitaba el pago de alrededor de US$ 35 mil millones al fisco norteamericano. Ahora, con la caída de la negociación por la barrera tributaria, la farmacéutica estadounidense deberá pagarle a su contraparte la suma de US$ 400 millones como estipulaba el acuerdo realizado en noviembre.
El historial de Pfizer es complicado en cuanto a decisiones corporativas en el último período, ejerciendo principalmente marketing "ilegal" -mencionar bondades o esconder riesgos de los medicamentos no informados por la FDA- y una semana negra durante el 2010, lo que incluso ha significado la firma de tres Acuerdos de Integridad Corporativa (CIA, por sus siglas en inglés) para enmendar sus errores.
Sin embargo, es poco probable que el gobierno estadounidense busque cerrar al gigante farmacéutico -a pesar de sus últimas maniobras para tributar fuera de EE.UU, las cuales ahora deberán tomar otro rumbo- porque, valga la redundancia, es demasiado grande para caer.
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